Ante todo, una ovación al Barça, a quien los diarios —todos— perdonan el escándalo y la vergüenza de haber contratado a I3 Ventures, la empresa que difamaba a jugadores, exjugadores, empresarios y políticos, con planes específicos para embarrar a Víctor Font, candidato a la presidencia del club, y a Jaume Roures, socio gestor de la multinacional audiovisual Mediapro. A la vista de la misericordia que las portadas —y casi todos los medios, públicos incluidos— derraman sobre el último pitote azulgrana, cuesta entender por qué el Barça ha pagado un millón de euros a I3 Ventures para supervisar y promover la reputación del club si de todo eso ya se encargan los medios gratis y voluntariamente. El Barça tiene una reputación de hierro colado que no exige gasto alguno, protegida como está por casi todo el establishment mediático.
Habrá que atribuir a la actual directiva, cuando menos, el mérito de haber conseguido la omertà de las portadas. Imagínate cómo gritarían los mismos medios si la mafiosa operación denigratoria de la que no hablan hubiera ocurrido en tiempos de Joan Laporta, por mencionar a un expresidente cualquiera. No tendrían portada suficiente.
Más cosas. Tú sola (o solo) podrás hacer las deducciones más apropiadas de las dos maneras de presentar el desacuerdo indepe a propósito del mediador de la mesa de diálogo entre los gobiernos catalán y español. Ara dice que "Torra ralentiza el calendario de la mesa de diálogo"; El Periódico que "Torra idea llevar al Parlament el veto al mediador". El titular de Ara contiene un juicio negativo, el de El Periódico explica un hecho. Los diarios, claro, son dueños de sus portadas —y tú de tus deducciones.
Las buenas fotos
Hoy también es día de fijarse en algunas fotografías excelentes. La de portada de ABC tiene la gracia de que en el tapiz del fondo se ve una escena antigua que calca la actitud obsequiosa y deferente de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias con Felipe VI, que ayer presidía el consejo de ministros. La escena del tapiz es medieval —y con eso queda dicho todo. La foto de El Mundo tiene mucha fuerza, por la mirada severa que el Rey dirige a Pablo Iglesias.
Lástima que el tabloide monárquico y el tabloide más derechista lo estropeen todo con los titulares, que parecen una competición a ver quién es más ultra. ABC habla del "consejo de ministros socialcomunista", una fórmula cavernaria de su peculiar periodismo cromañón. El Mundo escribe "[Felipe VI] atento al gobierno de coalición", como quien avisa: sé dónde vives, Pablo Iglesias. Uno y otro diario ya hace meses que aprovechan la mínima oportunidad para vender la fantasía de Felipe VI como paterfamilias de España, baluarte protector del bienestar y la prosperidad de los buenos hijas e hijos de la patria en estos tiempos comprometidos y azarosos en que gobiernan la nación sus más pérfidos enemigos, etcétera. El buen zar-batiushka.
Buena también es la foto de La Razón. El ministro Ábalos pasa ante el banco del gobierno español en el Congreso ignorado por el presidente Sánchez, y los vicepresidentes Calvo e Iglesias, cada uno con un gesto de disimulo diferente. Muy buena. Seguramente podrán utilizarla más veces, porque el lío de Ábalos con la vicepresidenta venezolana es feo y persistente como una mancha de alquitrán en un vestido de novia.
La Vanguardia hace un buen trabajo con la imagen aérea del corte de la Meridiana, el 128º consecutivo, para pedir la libertad de los presos políticos y el retorno de los exiliados. Un efecto de la foto es provocar indignación: cómo es posible que tan pocos puedan estorbar tanto a tantos honrados ciudadanos que quieren circular por la avenida, etcétera —como corresponde a un diario de orden. Quizá podrían dedicar tanta irritación a mejores causas. Al escándalo difamatorio de la junta del FC Barcelona, por decir algo.