Qué difícil es hacer buenas portadas con las victorias de Rafa Nadal

Hace bastantes años, el diario deportivo Marca abrió su portada del domingo con una foto enorme del tenista Rafael Nadal y un título que decía algo así como "Como cada domingo… final de Rafa." Era el día que el deportista manacorense se jugaba algún torneo grande y el diario hacía la gracia de que era una costumbre, fecha fija en el calendario de la semana. Este sábado, el mismo diario, que de vez en cuando saca el genio que tuvo, puso la foto de un trozo de la cabeza y el brazo de Nadal con el título "Es tan grande que no nos cabe". Brillante.

Nadal ha inspirado decenas de portadas brillantes a ese diario y a otros, de deportes y generalistas. Es un problema para portadistas y editores, que lo tienen muy difícil ya para no repetirse, no sólo porque las imágenes del ganador de un torneo de tenis son siempre parecidas, por no decir las mismas. También porque los deportistas ejecutan como una especie de rutina para celebrar sus victorias —Nadal muerde los trofeos o las medallas, por ejemplo— cosa que aun complica más la tarea de los diarios. Incluso si quieres buscar un título nuevo y estimulante lo tienes complicado. "Infinito", por poner un caso que no parece tan común. Pues ya lo utilizó Mundo Deportivo en 2019 para la portada del 12.º Roland Garros y ABC al año siguiente con ocasión del 13.º. Busca cualquier concepto y ya se ha usado, incluido "El mejor de la historia" o "El más grande", que son los que tocarían hoy lunes. Lo de Nadal es tan bestia que ya ha sido el mejor de la historia antes de ser el mejor de la historia, o ha sido el más grande varias veces. Así no hay manera de hacer una portada competitiva.

Quien se destaca hoy es El Mundo, que tiene un equipo de diseño y de fotografía excepcional en su versión impresa. Alta costura gráfica, seguramente los mejores de España. La fotografía de su portada es diferente y alternativa, más allá de que la hayan editado tan vertical. La imagen muestra al jugador de espaldas, contra un foco que hace estallar de resplandores la copa del Open de Australia. Está muy bien si la comparas con el resto de portadas —que son, más o menos, la misma que ya se ha editado año tras año—, incluidas las de los deportivos, que hoy también puedes ver aquí. La diferencia está, muchas más veces de lo que crees, en pensarla diez minutos más.