La selección colombiana de fútbol logró la pasada madrugada un histórico billete para la gran final de la Copa América, lugar que no alcanzaba desde hacía 23 años, y en la que se enfrentará a la Argentina de Leo Messi. La celebración, en cambio, quedó eclipsada por unos lamentables hechos que están dando la vuelta al mundo. Al acabar el partido, y mientras los jugadores de Colombia celebraban la clasificación, un grupo de aficionados de los cafeteros intentaron acceder a la zona de la grada en la que estaban situados los familiares de los futbolistas de Uruguay.
Es por ello que varios jugadores charrúas, según han declarado al considerar de que la seguridad de sus familiares estaba en peligro, decidieron tomarse la justicia por su cuenta. Futbolistas como Darwin Núñez, Ronald Araujo, Mathías Olivera y José María Giménez saltaron a la grada e iniciaron una batalla campal con empujones y puñetazos, ante la histeria colectiva. Una de las imágenes más virales es de la de aficionado de Colombia golpeando con el puño el rostro de Darwin Nüñez. Poco después, el delantero, desde el césped, intentó lanzar una silla a la zona donde estaban los cafeteros.
Giménez: "Nuestras familias corrían peligro"
Según medios presentes en el partido, el ambiente en las gradas fue tenso desde antes del inicio de la semifinal. De las 75.000 personas que caben en el Bank of America Stadium de Charlotte (Carolina del Norte), el 80% eran aficionados de Colombia, por lo que los uruguayos estaban en clara minoría. Para rematarlo, el dispositivo de seguridad no era el adecuado, con muchos menos efectivos de los necesarios, a lo que se añadió una mala distribución, tanto de los aficionados como de los familiares de los futbolistas. A medida que fue aumentando la tensión del partido, en el que se vieron varias discusiones acaloradas, esta se fue trasladando a las gradas. Según informa el diario uruguayo El País, tampoco ayudó que se pudieran comprar bebidas alcohólicas.
Llegó el gol de Colombia, de Jefferson Lerma y la posterior expulsión de Daniel Muñoz y el partido se dirigió a una segunda mitad con los decibelios por todo lo alto. Y todo acabó por estallar al terminar el encuentro. Las discusiones fueron a más, con varias peleas puntuales que terminaron con el presunto intento de agresión a los aficionados de los jugadores. "Por favor, les pido que tengan cuidado. Las familias están en las tribunas. Nuestras familias corrían peligro. Esto es un desastre. Había gente con bebés recién nacidos. Ojalá los que están organizando esto tengan cuidado. Nuestras familias están sufriendo. No había policías, llegaron tarde", explicó Giménez poco después de los incidentes.
La FIFA, preocupada por la proximidad del Mundial
Los hechos han puesto en alerta a la FIFA, ya que en solo 2 años Estados Unidos, sede de la Copa América, acogerá junto a México y Canadá la Copa del Mundo de fútbol. En cierto modo, esta Copa América ha sido un ensayo para el Mundial, por lo que lo acontecido en Charlotte no se puede volver a repetir.
De las 16 sedes que albergarán el Mundial, récord de la competición, un total de 11 estarán situados en los Estados Unidos, aunque ninguno de ellos es el Bank of America Stadium de Charlotte. Según ya ha trascendido, la FIFA pedirá información sobre lo sucedido a la CONMEBOL, para evitar futuras réplicas, ya que la imagen que se dio no se puede volver a repetir.