La Liga llega a su final y el Barça, deseoso de acabar una de las temporadas más nefastas de los últimos años, se enfrentará al Villarreal en el Estadio La Cerámica (22:00h/Movistar LaLiga) en la jornada 34 de la Liga Santander. Los blaugrana tendrán una nueva oportunidad para no desengancharse del Real Madrid, que ya está a cuatro puntos después de la victoria contra el Getafe, aunque esta es una liga prácticamente perdida por mucho que nos quieran hacer creer que la lucha sigue al pie del cañón.
A pesar de las palabras de Piqué, donde no daba por perdida la Liga, la verdad es que el Barça necesita un milagro para poder conseguirla, y a pesar de saberlo, todavía tienen que actuar como si la rendición no fuera una opción. De cualquier forma, el Barça buscará un buen resultado ante el Villarreal, un rival nada fácil que viene de conseguir cinco victorias en los últimos seis partidos, la última contra la Valencia. La buena racha del equipo submarino será unos de los elementos que más deberá vigilar el Barça, que llega al partido en una situación opuesta: tres empates en los últimos cuatro enfrentamientos.
Para conseguir los tres puntos, Quique Setién no contará ni con Ousmane Dembélé, ni con Frenkie De Jong ni con Samuel Umtiti, lesionado nuevamente, de su rodilla.
Griezmann, la gran duda
Uno de los jugadores que ha estado en boca de todo el mundo estos últimos días ha sido Antoine Griezmann. El francés sólo ha jugado los minutos finales de los dos últimos partidos, hecho que ha provocado una polémica ineludible para Quique Setién. El entrenador cántabro, a pesar de dejarlo en el banquillo, afirma que sigue confiando en él y que es consciente de que hay unas jerarquías en el vestuario blaugrana, pero no todos los jugadores pueden jugar.
A pesar de las palabras alentadoras de Setién, la verdad es que a su familia no le está haciendo ninguna gracia que Griezmann no juegue. Muestra de eso son los tuits que hizo su hermano Theo cuando Griezmann salió en el minuto 89 contra el Atlético de Madrid.
5 partidos para acabar
Ya sólo quedan cinco jornadas para disputarse después de la carrera a contra-reloj que está siendo este tramo final de la Liga. Los rivales que todavía tiene que enfrentar el Barça son: Villarreal, Espanyol (partido en el cual se podría certificar el descenso del equipo blanquiazul a Segunda), Valladolid, Osasuna y Alavés.
En estos partidos, el Barça tendrá el papel más duro de los últimos tiempos, el de ver cómo el torneo se aleja cada vez más y cómo no puede hacer nada para mejorar su guión. A estas alturas, lo único que se puede esperar es que se apaguen las luces, se cierre el telón y que la función del año que viene sea mucho mejor que la de este año.