Justo acaba de empezar septiembre, pero ya llevamos 4 jornadas de liga disputadas y nos encontramos en el primer parón de selecciones. Dos semanas de descanso para los clubs para repasar como han empezado la temporada y qué hay que cambiar para alcanzar los objetivos. Aprovechando estos días sin competición (bueno, está la Nations League), repasamos como ha sido el inicio de los equipos catalanes en primera división. Teniendo en cuenta todas las complicaciones que han vivido este verano, se podría decir que todos pueden estar, como mínimo, orgullosos de su rendimiento.
La ilusión vuelve a aparecer en Barcelona
El proyecto Hansi Flick ha tenido un marketing brutal a lo largo de todo el verano. Con un entrenador de 10, todos los fichajes que tenían que llegar y el altísimo nivel de los jugadores de la Masia, los aficionados del Barça volvían a tener esperanza en los ojos. A principios de agosto, sin embargo, viendo que la única incorporación era Dani Olmo y con el desastre del Gamper, se temía que todo hubiera sido eso, solo marketing, sin un plan claro. Hace nada más tres semanas de ese momento, y poca gente podría haber pronosticado que el equipo blaugrana sería líder en solitario y mostrándose muy superior a sus rivales después de 4 jornadas.
Aunque los 3 primeros partidos fueron victorias por la mínima (2-1), el resultado fue engañoso en todos ellos. El equipo de Flick ha mostrado una cara muy diferente y el juego funciona como la seda. Así lo demostraron en esta última jornada, con una victoria aplastante contra el Valladolid (7-0). El técnico alemán ha sabido dar con la tecla adecuada y está sacando la mejor versión de todos los jugadores, sin miedo a poner adolescentes en el campo y demostrando en el mundo que, sin tener que cambiar mucho una plantilla acabada, se puede cambiar la mentalidad del equipo. Además, Dani Olmo ha hecho callar a todo el mundo que desconfiaba de él. El Barça llega al parón con 4 victorias en 4 partidos y sin mostrar ninguna debilidad. A la vuelta, una semana difícil: visitan el Girona, el Mónaco y el Villarreal.
El Girona no quiere ser un "one season wonder"
Después de la magnífica temporada que hicieron los gerundenses el año pasado, mucha gente ha llegado a la extraña conclusión de que lo mejor ya ha pasado. Las marchas de jugadores importantes como Savinho, Couto o Dovbyk y la increíble exigencia del calendario, ahora que tienen competición europea entre semana, ponía el miedo en el cuerpo de muchos aficionados del fútbol. Y estas dudas incrementaron con el empate en el campo del Betis (1-1) y la dura derrota en el Wanda (3-0), que situaban al Girona en zona de descenso después de dos jornadas. Pero entonces apareció el gran Míchel en rueda de prensa para recordar a todo el mundo que este equipo solo está empezando a carburar y que siguen teniendo uno de los mejores entrenadores del mundo.
7 días después, el Girona ya se encuentra en posiciones europeas, en quinta plaza y a solo 1 punto del segundo. Dos victorias claras (4-0 al Osasuna y 0-2 al Sevilla) para deshacer todas las dudas justo antes del parón, y ya pensando en el retorno a la competición, que no será nada fácil. Los de Míchel tendrán que sacar el juego que ya han demostrado esta temporada y que hace levantarse a los espectadores de la silla, porque recibirán al Barça pocos días antes de visitar el Parque de los Príncipes de París en la Champions y Mestalla en LaLiga. El equipo confía en poder sacar buenos resultados de esta dura semana y, en caso de conseguirlo, el mundo del fútbol ya se puede atar los cinturones.
Poco a poco, la primera división se acostumbra al Español
El Español ha vuelto a primera, y no quiere volver a dejarla. Con un proyecto todavía a medio hacer, con muchas incorporaciones y bajas con respecto al equipo del año pasado, los de Manolo González no empezaron de la mejor manera. Dos derrotas por la mínima (1-0) contra el Valladolid y la Real Sociedad ponían muchas dudas en los aficionados, más por el mal juego que por los resultados. La falta evidente de gol es una de las grandes preocupaciones de la temporada, que no mejoró en el tercer partido. 270 minutos de liga, 0 goles. Pero, como mínimo, de este tercer enfrentamiento sacaron 1 punto importantísimo de un campo muy complicado como es el del Atlético de Madrid.
Por fin, los blanquiazules han roto este maleficio en la cuarta jornada, agujereando la portería del Rayo por partida doble y consiguiendo la primera victoria de la temporada (2-1). Aunque llegó en el último minuto de partido y el juego todavía no es ideal, 3 puntos justo antes del parón son importantísimos para afrontar el retorno con mucha más fuerza. Además, les permite estar a una zona tranquila de la clasificación, el 14, un sitio que muchos clubs querrían tener a final de temporada.
El Madrid todavía no arranca y los históricos de la liga sufren
La llegada de Mbappé al vigente campeón de Europa pintaba un panorama preocupante para el resto de equipos. Se esperaba una apisonadora desde el primer momento, pero ni el juego ni los resultados han acompañado los de Ancelotti hasta ahora. Dos empates contra la Mallorca y el Las Palmas sitúan a los blancos 4 puntos por debajo del Barça y con una clara falta de entendimiento entre los jugadores ofensivos. La victoria de ayer contra el Betis (2-0) les permite descansar en segunda posición, pero con muchas cosas que revisar.
Como también tendrán que revisar el Valencia y el Sevilla. Dos clubs que, hace pocos años, estaban en la Champions, y que ahora se marchan al parón en última y penúltima posición. En la media tabla encontramos equipos como el Getafe, haciendo lo que se esperaba: 3 empates en 3 partidos, solo 1 gol a favor y 1 en contra. Otra sorpresa es ver al Alavés como mejor equipo vasco. Los de Luis García son sextos a un punto del Real Madrid, mientras que la Real Sociedad y el Athletic Club no han tenido el mejor inicio y se encuentran en la parte baja (12 y 13). El Atlético y el Villarreal continúan imbatidos, con los mismos puntos que el Madrid, y el Celta, que empezó sorprendiendo a todo el mundo con 2 victorias fáciles, se ha deshinchado un poco esta semana: octavos en la clasificación, entre el Osasuna y el Leganés, pero con un ojo en Europa.