El equipo de estrellas de la capital francesa cae ante el Stade Rennes por un contundente 2-0. El PSG se ha visto superado en un partido pobre en el que ni Mbappé ni Neymar ni Leo Messi han podido anotar en la portería de Alfred Gomis.
En condiciones normales, un partido tan abierto como el que se ha vivido en el Roazhon Park se decantaría por un equipo con una delantera tan brillante como la de los de Mauricio Pochettino. No obstante, contar con el tridente compuesto por Messi, Neymar y Mbappé no es sinónimo de victoria. La vulnerabilidad defensiva de los de Pochettino ha quedado al descubierto, y con los dos goles encajados de hoy ya son 9 los que ha concedido el PSG en tan sólo 9 partidos de liga.
En consecuencia de un equipo tan ofensivo donde en el día de hoy Di María acompañaba al tridente mágico, el equipo local ha disfrutado de muchos espacios. El hábil extremo ghanés Sulemana y la movilidad del delantero centro Laborde han sido un quebradero de cabeza constante para la defensa parisina.
Dosis de realidad
El equipo de la capital francesa quería seguir con el idilio de resultados del que provienen. La victoria por 2-0 ante el Manchester City en la Champions League y el pleno de victorias que llevaban hasta el día de hoy en la Ligue 1 hacía parecer que nada podía salir mal en esta jornada del domingo. La primera parte era un intercambio de golpes constante en el que ningún equipo encontraba la manera de desequilibrar el marcador. Cerca de hacerlo se quedó Leo Messi después de estrellar un disparo de falta desde la frontal en el travesaño. Por lo contrario, Gaëtan Laborde en el minuto 45 superaba en Donnarumma que repetía titularidad y hacía el uno a cero enviando en el vestuario el PSG por debajo en el marcador.
El saque inicial de la segunda parte lo hacía el equipo local, que en pocos segundos ganaba línea de fondo por la banda derecha y Flovien Tait hacía el 2-0 después de un centro al punto de penalti del propio Laborde. Así pues, dos goles por debajo en el marcador, el PSG reanudaba la misión de reducir distancias volcándose al ataque. En consecuencia, el Rennes tenía latifundios por delante para armar contragolpes y en más de una ocasión ha estado más cerca el 3-0 que el 2-1.
Neymar, desaparecido
El extremo brasileño ha estado muy desdibujado durante todo el partido. Quien más lo intentaba de los tres cracks era Mbappé, quien veía como el VAR le anulaba un gol en el minuto 69 por posición antirreglamentaria. Volviendo al '10' del PSG, solo ha causado sensación de peligro en las contadas combinaciones que ha conseguido hilar con Leo Messi. Más allá de estas, no ha tenido mucha trascendencia en el juego ofensivo de su equipo y Maurcio Pochettino ha decidido sustituirlo por Mauro Icardi en el minuto 76.
A partir de entonces, el PSG ha tratado de lanzar ataques sin con más fe que ideas y el Rennes ha respondido con alguna réplica que podría haber significado el tercer gol local.