El Barça consiguió dar salida a Philippe Coutinho en el mercado invernal. Ese era uno de los grandes objetivos de Joan Laporta, que quería deshacerse de un jugador que no tenía hueco en los planes de Xavi Hernández, y que cobraba el salario más elevado de toda la plantilla. Con su marcha, dejaron libre una ficha, y redujeron la escala salarial, lo que permitió poder inscribir a Ferrán Torres o a Pierre-Emerick Aubameyang. Y el destino del mediapunta se encontró en el Aston Villa.
En su segunda etapa en la Premier League, el internacional brasileño confiaba en recuperar la confianza en sí mismo, y volver a parecerse a ese futbolista que asombró a todo el planeta, y que provocó que Josep María Bartomeu se obsesionara con él, pagando 160 millones de euros por su contratación. Y lo cierto es que tuvo unas primeras semanas espectaculares, haciendo actuaciones muy destacadas, y demostrando sus sensacionales cualidades.
Su ex compañero en el Liverpool, Steven Gerrard, que ahora es su entrenador, estaba convencido de que sería capaz de motivar al ex del Inter de Milán, el Espanyol o el Bayern de Múnich. Por eso insistió en que solicitaran su préstamo, en el que se incluye una opción de compra no obligatoria de 40 ‘kilos’. Y todos daban por hecho que los ingleses iban a pagar esa cantidad sin pensárselo. Aunque ahora tienen dudas, pues ha bajado su rendimiento de manera considerable.
En las últimas jornadas se ha mostrado muy irregular, y Coutinho ha comenzado a coleccionar sus primeras críticas. Así que en el Villa Park ya no tienen tan claro qué quieren hacer con él. Un problema serio en la planificación de Laporta, que contaba con poder librarse de él. Lo que es seguro es que no regresará al Camp Nou, donde ya no se acuerdan de él. Y no es el único cedido que puede traer problemas, ya que Miralem Pjanic también regresará en julio.
Después de una sola temporada en La Liga Santander, en la que estuvo decepcionante, el bosnio aceptó irse al Besiktas. El problema es que allí no pueden pagarle su sueldo, y tampoco tienen intención de retenerle. Así lo han confirmado públicamente.
Xavi no está dispuesto a darle una reválida
El centrocampista de 32 años esperaba que Xavi le dejara hacer, al menos, la pretemporada, antes de decidir si quería venderle o quedárselo. Pero lo cierto es que el de Terrassa ya ha pedido a la directiva del Barça que inicie la búsqueda de un nuevo destino para él cuanto antes.
De la posibilidad que más se ha hablado es de su regreso a la Juventus de Turín, si bien los italianos no están dispuestos a pagar nada, y solamente aceptarán su contratación si aterriza con la carta de libertad.
Otro fichaje que ha sido un fracaso, y que cerró Bartomeu.