Si por algo destaca Carlo Ancelotti como entrenador de élite es por su capacidad para gestionar vestuarios plagados de estrellas. Él mismo formó parte del gran Milan de Arrigo Sacchi y ha pasado por banquillos como el del último gran Milan, el Chelsea, el PSG, el Real Madrid de Cristiano Ronaldo o el Bayern de Múnich. Y la temporada pasada, Ancelotti lo volvió a demostrar gestionando con acierto un vestuario en el que tenía que lidiar con nuevos roles, pues se acababa de ir Sergio Ramos y Vinícius acabó de explotar definitivamente.
Y ahora, Ancelotti tiene la difícil tarea de ejecutar el cambio de generación en el centro del campo. Casemiro, Modric y Kroos llevan muchos años siendo el tridente de la medular, 3 jugadores inamovibles. El gran perjudicado fue Fede Valverde, que a pesar de dar muestras de tener nivel para ser importante en el Madrid, tuvo que contentarse con Zidane en el banquillo con jugar en algunos partidos como cuarto centrocampista e incluso como lateral derecho.
La paciencia de Valverde
El uruguayo, como era de esperar, recibió ofertas importantes para cambiar de aires, pues sería clave en la mayoría de grandes de Europa, pero Ancelotti le pidió paciencia, a pesar de que Valverde vio como el Real Madrid le añadía más picante fichando a Camavinga para la posición. Y no solo eso, pues este verano el fichaje estrella del Madrid no ha sido ningún delantero, sino Tchouaméni, otro centrocampista más.
Finalmente, Fede Valverde se planteó seriamente dejar el Real Madrid, pues con 24 años lo que quiere es ser titular indiscutible, y tenía sobre la mesa ofertas importantes del Chelsea, la Juventus y el Bayern de Múnich. Carlo Ancelotti, sin embargo, le cerró la puerta de salida, pues el plan de Florentino Pérez es otro.
Ancelotti tiene trabajo
Y es que Ancelotti tiene la tarea de empezar el cambio de generación, de que el tridente Casemiro-Kroos-Modric se vaya convirtiendo en el formado por Tchouaméni-Camavinga-Fede Valverde. Ellos tres son los elegidos para llevar a cabo la sustitución del motor que tantas alegrías ha dado al madridismo en los últimos años. La idea es que el cambio se vaya haciendo poco a poco, combinando a los 3 jóvenes con los 3 veteranos.
Y es aquí donde aparece la figura de Ancelotti, que otra vez deberá sacar a relucir su capacidad para ganarse a los jugadores, para hacer que Casemiro vea como Tchouaméni le quita el sitio, que Modric acepte descansar más de lo habitual para que Camavinga coja experiencia en el interior y para que Kroos no ponga malas caras cuando Fede Valverde ocupe su lugar.