El PSG de Neymar se ha clasificado para las semifinales de la Champions League después de derrotar el Atalanta de Bérgamo -la revelación del torneo- en un partido donde ha estado contra las cuerdas (2-1). Por otro lado, el partido Barça - Bayern se jugará el 14 de agosto. Los italianos se han avanzado en el primer tiempo gracias a un gol de Mario Pasalic, pero justo antes del silbido final, dos dianas de Marquinhos y Eric Choupo-Moting han dado la vuelta al marcador de manera providencial.

Neymar, líder

La vocación ofensiva del Atalanta y la colección de estrellas del PSG son factores que hacían pensar que el de este miércoles sería un partido de emociones fuertes. Y así ha sido. En los primeros minutos cinco minutos, ambos equipos han podido estrenar el marcador, los italianos con un disparo del Papu Gómez que ha parado Keylor Navas y los franceses en un uno contra uno que Neymar ha fallado cuando lo tenía todo a favor.

El exfutbolista del Barça ha sido el gran protagonista de la primera parte –y del partido en general– gracias a su capacidad de desequilibrio. El problema, sin embargo, es que ha estado excelente en todos los ámbitos menos de cara a portería.

El Atalanta, por otra parte, no ha pagado su inexperiencia en Europa y ha plantado cara en todo momento a los cracs del PSG. Tanto, que ha marcado el primer gol del partido en el minuto 26, cuándo Pasalic ha aprovechado una pelota muerta en la banda derecha del área para firmar el 1-0 con un disparo dirigido la escuadra derecha de Keylor.

La diana de los de Gasperini ha herido el orgullo del PSG, que ha intentado responder con varias llegadas al área. La ocasión más clara, sin embargo, ha sido, de nuevo, para Neymar. Justo antes del descanso, el brasileño ha cazado una cesión errónea de Hans Hateboer a su portero, pero ha su disparo con la izquierda ha acabado en la gradería.

Remontada vital

Y en la segunda parte, cambio de guión. El PSG ha pasado al ataque sin complejos, consciente de que una derrota sería calificada de humillación. El ultraofensivo Atalanta, sin embargo, ha demostrado que también sabe defender y ha cerrado líneas con acierto.

Thomas Tuchel necesitaba pólvora y esta tenía nombre y apellido: Kylian Mbappé. En el minuto 59, el delantero francés, que llegaba muy tocado, ha entrado en escena para rescatar a los suyos. Pero no lo ha conseguido.

El ex del Mónaco ha dispuesto de ocasiones muy claras en los minutos 79 y 80, pero ni él ni un enorme Neymar han podido perforar la portería de Marco Sportiello.

Mientras tanto, Gasperini ha movido ficha desde el banquillo dando entrada a jugadores como Luis Muriel, Ruslan Malinovskiy, José Luis Palomino o Jacopo Da Riva. ¿Es la primera vez que oyen hablar de estos hombres, verdad? Normal, la mayoría de ellos son futbolistas de segunda o tercera categoría. Este es el gran mérito del Atalanta.

Mbappé no ha salvado el PSG pero Marquinhos sí. Cuando sólo quedaba un minuto de tiempo reglamentario, y con los parisinos completamente entregados al ataque, un secundario como Choupo-Moting ha centrado la pelota en el área y el mediocentro brasileño ha conseguido el empate.

El partido, sin embargo, todavía reserva un giro de guión inesperado y especialmente cruel para la revelación de esta Champions. Cuatro minutos después del gol, en tiempo de añadido, Neymar se ha escapado por banda izquierda y ha situado la pelota en el corazón del área pequeña, dónde Choupo Moting, héroe por un día, ha puesto la pierna para firmar el 1-2 definitivo. Absolutamente increíble.

El PSG alcanza las semifinales de la Champions gracias a cinco minutos de inspiración final y acaba de la manera más demoledora con el sueño del Atalanta, un club que se ha ganado la simpatía de todo el fútbol europeo. El ganador del duelo entre el Atlético de Madrid o el RB Leipzig, equipos que se enfrentan este jueves, será su rival.