Calificar de decepcionante la primera temporada de Sergio Ramos en el Paris Saint-Germain es quedarse corto. La realidad es que ha estado muy lejos de las expectativas, y no ha aportado absolutamente nada. Sus constantes lesiones han provocado que se pierda prácticamente toda la temporada, y por ese motivo Nasser Al-Khelaïfi ha llegado a plantearse la rescisión de su contrato, aunque le quede un año más firmado. Es una cosa que valorarán detenidamente este verano.
Hasta entonces, ya saben como sacar provecho del sevillano, y justificar el salario de estrella que percibe. Porque le están utilizando para protagonizar todas las campañas publicitarias, y utilizar su imagen para spots y anuncios. Es la única manera en la que ven posible amortizar la importante apuesta que hicieron por él, y quieren que se convierta en el embajador del club francés en España. Una cosa a la que el campeón de un Mundial y dos Eurocopas no ha podido negarse.
Obviamente, en el Parque de los Príncipes preferirían que demostrara sus virtudes sobre el terreno de juego, que es la razón por la que le firmaron. Pero viendo que eso no es posible, no ha quedado de más remedio que buscar otros métodos para poder darle una utilidad. Ahora solo queda saber qué sucederá con él a partir del próximo curso, y si la llegada de un nuevo técnico puede jugar a su favor o en su contra. Mauricio Pochettino no tiene su continuidad garantizada, y se ha rumoreado con su despido.
En caso de que llegara Zinedine Zidane, quien parecía ser el favorito, por petición de Kylian Mbappé, Ramos sabe que podía estar muy tranquilo. Y es que parecía altamente improbable que su antiguo entrenador en el Real Madrid le echara, por no decir imposible. No obstante, el galo se ha alejado mucho, y la opción que ha cobrado fuerza es la de contratar a Christophe Galtier, del OGC Niza. En este caso, Sergio sí que podría tener razones para echarse a temblar.
De momento ha evitado pronunciarse sobre su futuro, y se limita a disfrutar de sus vacaciones.
Ramos sueña con poder acudir al Mundial de Catar
Lo que es seguro es que Ramos aún no se plantea la retirada, a sus 36 años, y cree que puede seguir en la élite. Por eso, por sus planes pasa la idea de seguir durante otro año más en la Ligue1, y espera que su segunda temporada sea mucho más fructífera que la primera. Algo que no será muy complicado.
Espera ponerse en forma este verano, y recuperar un buen nivel. En mente también tiene la opción de ir convocado al Mundial de Catar, y confía en que Luis Enrique le tenga en cuenta.
Ya se llevó una decepción por no ir a la Eurocopa.