El Clásico y su inesperado aplazamiento ocupan planas internacionales. Precisamente ha sido tema de debate en una entrevista del diario británico The Times a Carles Puigdemont, y el presidente catalán en el exilio responde contundentemente a una decisión impensable.

La prestigiosa cabecera explica que el partido entre el Barça y el Real Madrid que se tendría que haber jugado este pasado sábado en el Camp Nou fue pospuesto "por miedo a disturbios civiles". Explican también la situación que se vive en Catalunya, con "violentas protestas" después de salir la sentencia.

Y Puigdemont apuesta por otras razones: el Barça es el símbolo del movimiento catalán y el Madrid "es el equipo del régimen". Además, con el aplazamiento se ha evitado que el mundo viera una reivindicación mayúscula por la independencia y la libertad de los presos políticos de todo un Camp Nou con casi 100.000 espectadores. Y así evitar que la enorme audiencia mundial viera el clamor de los catalanes.

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"Su miedo es que las personas que asistan al partido crearan una coreografía, pacífica, pero muy evidente", añade Puigdemont. Y se pregunta: "Por qué nos tendrían que ayudar a internacionalizar el conflicto situando el Clásico en medio de la lucha?".

Una reflexión rápida y quien sabe si bien acertada de Carles Puigdemont desde Waterloo. El Clásico finalmente no se ha jugado por el miedo de Javier Tebas de mostrar la realidad catalana al mundo y con el Gobierno lavándose las manos. El 18 de diciembre se jugará el Clásico, o no, y habrá nuevas movilizaciones.