Marc Márquez no está teniendo suerte. Después de sufrir dos caídas en el último Gran Premio, celebrado en Le Mans, este domingo ha tenido el mismo desenlace. El de Cervera ha acabado en el asfalto de Mugello justo empezar la carrera en la que se ha impuesto Fabio Quartararo. No es tiempo para muchas celebraciones por nadie de los pilotos triunfadores y es que la muerte de Jason Dupasquier este fin de semana ha marcado la jornada de motociclismo.
Dupasquier, piloto de Moto3 y de 19 años, sufrió un fuerte accidente este sábado en el circuito italiano y fue trasladado al hospital de Florencia de urgencia. Los servicios médicos centraron todos los esfuerzos en salvarle la vida, pero las heridas eran de demasiada gravedad. Ninguna de las tres carreras de este domingo se ha aplazado.
Por su parte, Márquez llegaba a la cita transalpina reconociendo que no estaba al 100% físicamente. Su grave lesión, que lo dejó alejado del asfalto nueve meses, todavía trae cola y el catalán es consciente. Afronta esta campaña como una de transición y lo que pretende es ir sumando puntos y ganar confianza sobre la moto. Recuperar ritmo de competición y las mejores sensaciones serán claves para volver a poder ver el Márquez que es ocho veces campeón del mundo. El último GP en el que puntuó fue en Jerez con una novena posición.
La victoria de este domingo en MotoGP ha sido para Quartararo. El francés, que consiguió la pole, ha hecho una impecable carrera en las 23 vueltas y es todavía más líder del Mundial. Además, Quartararo se ha visto beneficiado por la caída de Pecco Bagnaia, uno de sus principales rivales y que ha acabado en el asfalto poco después de Márquez.
El podio lo han completado Oliveria y Mir, segundo y tercero respectivamente. La imagen de Quartararo al acabar la carrera ha sido especial y emocionante. Ha dedicado su triunfo a Dupasquier con gestos de los dedos al cielo y con la bandera de Suiza. La MotoGP es uno de los deportes con más riesgo y este fin de semana hemos visto su cara más triste y peligrosa.