Suena a locura, pero varios medios de Madrid, próximos al club blanco, aseguran que la entidad presidida por Florentino Pérez se está planteando no disputar la final de la Copa del Rey de este sábado. La pregunta, pues, es clara. ¿Qué pasaría con la competición y con el Real Madrid si llegase a darse el caso?
Si el Real Madrid no se presenta al partido: final Barça-Real Sociedad
Si el Real Madrid no quisiera jugar el partido habría que aplicar el artículo 77 del Reglamento General de la RFEF. "La incomparecencia de un equipo a un partido oficial o la retirada de la competición, producirán las siguientes consecuencias: a) Siendo la competición por eliminatorias se considerará perdida para el incomparecido o retirado la fase de que se trate, y si se produjese en el partido final, éste se disputará entre el otro finalista y el que fue eliminado por el infractor. En cualquier caso, el incomparecido o retirado no podrá participar en la próxima edición del torneo. b) Tratándose de una competición por puntos, se computará el encuentro por perdido al infractor, descontándole, además, tres puntos en su clasificación, declarando vencedor al oponente, por el tanteo de tres goles a cero".

El Barça, pues, no sería el campeón de la Copa del Rey, sino que se enfrentaría al equipo que cayó eliminado en las semifinales contra el Real Madrid, en este caso, la Real Sociedad. El Real Madrid, además del desprestigio internacional, recibiría una multa económica de entre 3.006 y 12.021 euros y, lo que es más grave, no podría disputar la próxima edición de la Copa del Rey. Según varios medios, el Real Madrid está analizando con sus abogados las consecuencias reales, lo que indica que el club blanco va muy en serio en su planteamiento de no jugar la gran final de Sevilla, dejando sin partido a los cerca de 70.000 aficionados con entrada para el enfrentamiento.
Rafael Louzán ha intentado mediar, sin éxito
De momento, el Real Madrid sigue presionando para que haya un cambio de árbitros, mientras que la RFEF se mantiene firme en su decisión de no hacer ninguna variación. Rafael Louzán ha intentado hasta el último momento que el Madrid recapacitara y volviera a la normalidad, aunque ya se da por sentado de que ni habrá rueda de prensa ni entrenamiento.

Ahora, pues, solo falta por ver si la amenaza de no jugar la final es un farol para forzar al máximo la situación o si, por el contrario, estamos a las puertas de uno de los momentos más bochornosos de la historia reciente del fútbol español.