El banquillo de la selección española tiene un nuevo inquilino desde este 8 de diciembre de 2022. Dos días después de caer eliminados en los octavos de final del Mundial de Qatar a manos del Marruecos desde el punto de penalti, la Federación Española de Fútbol ya ha hecho pública su decisión de prescindir de los servicios de Luis Enrique como seleccionador español y, pocos minutos después, ha anunciado que su relevo será Luis de la Fuente.
Una carrera forjada en el País Vasco con un paso por el sur
Este es un nombre que, para el gran público probablemente sea un desconocido pero que dentro del ente federativo es una figura muy valorada. Primero de todo, y si cogemos la hemeroteca, para entender a Luis de la Fuente entrenador hace falta concoer a Luis de la Fuente jugador. Nacido hace 61 años en la localidad riojana de Haro, a los 15 años ya dio el salto a Lezama, una de las mejores canteras del estado español. Al Athletic Club llegó gracias a dos figuras: la de su padre, nacido en Bilbao, socio del club y que habitualmente se llevaba a su hijo en San Mamés para ver los partidos; y la de Piru Gainza, histórico delantero de los bilbaínos y su descubridor.
En Lezama progresó hasta debutar con el primer equipo en 1980. Después de luchar por un sitio en el primer equipo, lo consiguió y eso lo llevó también a vivir su primera y única experiencia en el fútbol de selecciones, concretamente con la sub21, donde jugó dos partidos. Desarrolló casi toda la carrera por el País Vasco, jugando nueve temporadas en el Athletic Club, con un paso intermedio por el Sevilla para pisar territorios más cálidos antes de volver a Bilbao y, poco después retirarse con el Alavés.
Como entrenador dio pasos similares a los de jugador
Luis de la Fuente es, sin duda un hombre de tradiciones, y muy acostumbrado a estar en lugares que conoce a la perfección. Porque, si repasamos su trayectoria en los banquillos, iremos a parar a los mismos clubes donde jugó. Las primeras experiencias fueron en Euskadi, con el Portugalete y el Club Deportivo Aurrera. En el 2001, cerca de una quincena de años más tarde de hacer el mismo trayecto, desembarcó en el fútbol base del Sevilla, en el juvenil, donde estuvo cinco temporadas antes de volver a casa, el Athletic Club.
Allí, entrenó al juvenil y al filial, e incluso tuvo una etapa como delegado del primer equipo, antes de marcharse al Alavés, donde había colgado las botas como jugador, para vivir la etapa más decepcionante en los banquillos. Solo aguantó nueve jornadas de la temporada 2011/12, y cuando parecía que su carrera podría perderse entre clubs de categorías semiprofesionales como la Segunda B o la Tercera División, pasó a formar parte del organigrama de la Federación Española.
Palmarés envidiable en las categorías inferiores de España
Una década más tarde, y después de mucho trabajo silencioso con muchas generaciones de futbolistas que han acabado siendo claves en los éxitos de la Roja, le ha llegado la gran oportunidad. De poco servirán los éxitos conseguidos con la selección sub18, con quien ganó la medalla de oro en los Juegos Mediterráneos del 2018, o el campeonato de Europa alcanzado con la sub19 de Unai Simón, Rodri Hernández o Marco Asensio, titulares en este pasado Mundial.
O más recientemente, su mayor éxito, otra Eurocopa, en este caso con la selección sub21 del año 2019, con futbolistas como Dani Olmo o Carlos Soler. Por último, y por muy sorprendente que pueda sonar, aunque su nombramiento como seleccionador absoluto ha estado ahora, no será la primera vez que ostente este cargo.
Lo hizo en un partido. Fue el 8 de junio de 2021. La selección absoluta estaba concentrada antes de la Eurocopa y un positivo por COVID-19 de Sergio Busquets obligó a aislar a todo el equipo, pero había previsto un amistoso contra Lituania y lo tuvo que jugar la sub21, y que dirigir él.
Quizás esperaba que aquella sería su única experiencia dirigiendo oficialmente la selección absoluta, pero ahora sabe que el próximo mes de marzo, contra Noruega y Escocia, dos partidos de la fase de clasificación para la Eurocopa de 2024, lo volverá a hacer. El fútbol no entiende de pasado, y se le va a juzgar por lo que haga en el futuro.