El Girona está firmando un inicio de temporada propio de un cuento de hadas. Practicando un fútbol espectacular y claramente ofensivo, el conjunto de Montilivi lidera en solitario la clasificación de la Liga, con 19 puntos de 21 posibles. Como todo equipo llamado a hacer grandes cosas, este Girona tiene un líder indiscutible, Míchel, un entrenador con las ideas muy claras que se ha ganado la estima de todo el mundo. Después, hay una nueva estrella, Savinho, un futbolista diferencial que está destrozando las defensas rivales. Y para acabar, y no menos importante, está sobresaliendo la tarea del gran arquitecto del equipo, Quique Cárcel, su director deportivo desde hace 9 años, un ejecutivo clave a la hora de entender la llegada del Girona a la élite del fútbol español. En la previa del partidazo de este sábado contra el Real Madrid, Quique Cárcel atiende a ElNacional.cat.

El Girona, líder, contra el Real Madrid, el segundo. Llega la primera prueba de fuego...
El de este sábado es un partido brutal porque, pase lo que pase, al final estaremos cerca del Madrid. El Madrid tiene un equipazo, sí que es verdad que este año quizás el gol le costará más, se ha marchado Benzema, pero el nivel es muy alto y creo que no es la nuestra liga. Sin embargo, tenemos que saber competir y disfrutar de este gran partido.

El partido tiene muchos alicientes y al Madrid le cuesta Montilivi. El año pasado ganasteis 4-2, sin ir más lejos.
El año pasado el Madrid llegó con la Liga casi perdida, Courtois lesionado... Yo creo que no nos respetaron del todo y a nosotros nos salió todo. Castellanos hizo un partido brutal y todo nos sale de cara. Ahora es diferente, el Madrid no jugará con aquella suficiencia, nos respetará porque se juega mucho.

 

 

¿Se puede pensar más allá de la permanencia?
Este inicio de temporada es problemático, porque hacer 19 de 21 no está al alcance de cualquier equipo. Y la verdad es que nosotros queremos tener un mensaje prudente, humilde y realista. El Girona tiene que intentar consolidarse en Primera, este es el aspecto más importante que tenemos que tener todos muy claro. Eso no quiere decir que no queramos ser ambiciosos, pero tenemos que ir paso a paso. Estamos en la jornada 7, pero todo puede dar muchas vueltas. Tenemos claro que hay que ir partido a partido y si realmente alcanzamos la permanencia pronto, lucharemos por lo que sea, porque esta es nuestra obligación: intentar poner al Girona lo más arriba posible.

Una de las claves del éxito está siendo Míchel, que ha conseguido ser todo un líder y un ídolo en Girona...
Se lo ha ganado él, con su forma de ser, su personalidad, como habla las ruedas de prensa, como hablar de fútbol, lo que ves dentro del terreno de juego, lo que transmite, los valores... Es una persona que comparte el éxito, es una persona humilde, una persona que ha llegado a Catalunya y se ha integrado. Detrás del gran entrenador que es hay una persona muy natural.

¿En algún momento, en los inicios, peligró el cargo de Míchel?
Recuerdo perfectamente la jornada 11. Jugábamos en Huesca, contra un equipo, además, en el cual Míchel había estado. Perdimos 1-3, pero el Girona hizo un partidazo. Lo que transmitía el equipo es que la situación acabaría cambiando. Y así fue. Míchel es una persona que tiene las ideas muy claras de lo que quiere, tiene unos valores futbolísticos iguales a los míos. Él está plasmando el fútbol que yo siempre he tenido en la cabeza.

La filosofía de juego del Girona ha cambiado mucho los últimos años.
Hay una primera etapa, con Pablo Machín. El Girona era un equipo muy competitivo, con las ideas muy claras de todo lo que quería hacer. Machín es un entrenador muy claro. Teníamos un estilo muy diferente al que queríamos, pero daba resultados. Cuando se va intentamos hacer el cambio con Eusebio. Todo funciona muy bien, menos en los últimos 10 partidos en los que todo se hunde y perdemos la categoría. Después vienen 2 años en los que quieres subir, con Unzue, Martí, Francisco... Y llega la figura de Míchel, que aglutina todo lo que nosotros queremos, un equipo protagonista que cree en el talento, que da oportunidades a los jóvenes. Los inicios fueron difíciles, pero el equipo jugaba bien a fútbol. Nuestra idea es darle talento, sea joven o veterano, y nos está dando resultados sin perder el estilo.

Quique Cárcel, director deportivo del Girona / Foto: Pau de la Calle

¿Cuál es el techo de este proyecto, con nombres tan prometedores como los de Míchel o Savinho?
Tenemos que ser muy realistas. Yo creo que estamos en los ojos de muchos clubs, nos están viendo. Yo creo que no estamos pasando desapercibidos durante este inicio de temporada. Creo que el año pasado ya hicimos una grandísima temporada. Este año el inicio está siendo brutal y todos son profesionales, lógicamente, y a los jugadores si les llegan ofertas muy importantes pasará lo mismo que ha sucedido con Oriol Romeu o al míster si le llegan grandes ofertas se podrá replantear si lo mejor es quedarse o marcharse. Pero mi idea es intentar hacer un equipo grande, un club grande. Creo que las cosas no se tienen que buscar, tienen que venir solas y creo que aquí hay recorrido y lo que yo quiero intentar es traer a los mejores jugadores posibles para que el míster esté a gusto, para que pueda dar más pasos hacia adelante. Yo creo que hay margen de crecimiento y pienso que tanto Míchel como muchos jugadores están en el mejor lugar posible.

¿Cuál es la clave para descubrir y fichar tantos talentos desconocidos?
Tengo un equipo de trabajo brutal que hace seguimiento de jugadores, desde ya hace muchos años, y estamos en un punto en el que sabemos que el entrenador hace mejores a los jugadores. La mayoría de entrenadores piensan en el corto plazo. Míchel quiere ganar, como todos, pero es un romántico, necesita talento para jugar bien a fútbol, es valiente, no le importa la edad de los jugadores... Todo eso hace que hayamos traído jugadores que no son muy conocidos, que no tienen muchos partidos, pero que sabemos que son buenos. Esta es la idea. También queremos ser un club vendedor, un club al cual vengan los equipos y quieran jugadores nuestros para hacer crecer el presupuesto del club. Aquí es donde estamos ahora mismo.

¿Ahora sí que se puede decir que el Girona es el segundo club de Catalunya?
La realidad es que hoy el Girona está a Primera División y eso es un sueño. Ahora bien, la historia del Girona no se puede comparar con la del Espanyol. Creo que eso tenemos que tenerlo presente. El Espanyol es un grandísimo club, que trabaja el fútbol base de una forma brutal, que ha hecho grandes campañas en Primera División y que estoy convencido de que volverá a la élite, pero ahora el Girona tiene que aprovechar este momento para, con este punto de humildad, seguir creciendo. ¿Decir que somos el segundo club de Catalunya con un club el Espanyol? Quiero ser prudente.

Usted empezó su carrera en los despachos siendo jugador-director deportivo del Hospitalet. ¿Cómo se produce un hecho tan curioso?
Fue Miguel García, el presidente del Hospitalet. Era un momento difícil para el club, porque bajamos a Tercera y el equipo no subió a Segunda B. A nivel personal, además, me rompí el los cruzados de la rodilla. Era un momento muy complicado y Miguel García me ofreció ser el director deportivo. La verdad es que en aquel momento no me hizo demasiada gracia. Lo que yo quería era seguir jugando. Me había recuperado de la operación de los cruzados, así que le dije que solo aceptaría si también podía jugar. Me dijo que "sí". Fue una transición muy bonita, ya que estaba viviendo un cambio en mi vida sin dejar de hacer lo que más me gustaba, jugar a fútbol. Miguel García vio algo en mí y me dio la oportunidad. Siempre le estaré agradecido.

 

 

¿Cómo se compagina el rol de jugador de fútbol de un equipo y al mismo tiempo ser su director deportivo?
Yo era el capitán, se me tenía respeto dentro del vestuario... pero fue un impasse bastante incómodo. Me di cuenta de que el entrenador que yo había fichado debía mandar al 100%, que yo no podía entrar en las decisiones técnicas y tácticas. Fue un año difícil en el cual, además, el entrenador que había fichado no me ponía en el equipo, a veces daba asistencias o marcaba algún gol y no me ponía... Vi que mi etapa como futbolista se estaba acabando, que tenía capacidad de liderazgo fuera de los terrenos de juego. También tenía una escuela de fútbol con un amigo, la Performance, aprendí mucho de los niños, de cómo gestionar. Hoy soy quien soy gracias a aquellos momentos tan complicados.

¿Cómo llega Quique Cárcel al Girona?
Fue por casualidad. Es cierto que los últimos años en el Hospi fueron muy buenos, con 2 playoffs de ascenso a Segunda A y dos casi playoffs, pero no pudimos alcanzar el objetivo. Todo proviene del ascenso del Llagostera a la Segunda A. Oriol Alsina era el director deportivo del Girona y el entrenador del Llagostera. Él prefirió dedicarse exclusivamente al Llagostera y el Girona pensó en mí. Es cierto que en aquellos momentos el Girona atravesaba un momento dificilísimo, con muchos problemas económicos. Y hubo un pequeño milagro. En mi primer año en Montilivi hicimos una temporada espectacular, con 82 puntos y nos quedamos a un gol en Lugo de no subir a la Primera División. Desde entonces hemos vivido momentos difíciles y momentos muy bonitos, increíbles. Es como un cuento hecho realidad, una historia que uno la escribiría y no saldría igual. Me siento un privilegiado.

¿Qué Girona se encuentra cuando aterriza en Montilivi?
La situación era delicada. Recuerdo que había 7, 8 jugadores y el presupuesto ya estaba agotado. Por eso me ficharon, yo era un director deportivo que venía de la Segunda B y la idea era fichar jugadores buenos de esa categoría para mantenerse en la Segunda A. fichamos jugadores como Cifuentes, Aday, Cristian Gómez, Cristian Alfonso... Hicimos un año increíble. Nos quedamos a las puertas del ascenso luchando contra equipos como el Betis o el Sporting de Gijón.

Todo cambia con la compra del club por parte del City Group. ¿Cómo le afecta en su trabajo?
Después del año del Lugo se sabía que la venta del club estaba cerca. La situación era muy difícil. Se habló de varios compradores, pero finalmente llegaron Pere Guardiola y el City Group, empezamos a trabajar de manera más profesional. Nos volvimos a quedar a las puertas del ascenso, contra el Osasuna y en el tercer año ya alcanzamos el ascenso a la Primera División. Aquello lo cambia todo. Hemos podido trabajar con una idea más profesional y futbolera y creo que la imagen que tiene el club en estos momentos es el de tener unas posibilidades de crecimiento muy importante.

Quique Cárcel, en un momento de la entrevista a ElNaciona.cat / Foto: Pau de la Calle

¿Cómo es trabajar en una estructura como la del City Group?
La relación con Txiki Begiristain, Brian Marwood, Ferran Soriano... es muy buena. Es un grupo donde todo está muy profesionalizado, con una red de scouting brutal, las tecnologías siempre están al máximo nivel, con gente muy capacitada... Toda la parte del entrenamiento invisible, con un control de la nutrición, parámetros físicos, tecnología artificial, la big data... Es una gran ventaja poder trabajar con ellos. Esta es la llave del éxito del club, hemos aprendido muchas cosas de ellos, pero a la vez nos han dejado trabajar y nos han dejado crear nuestra propia estructura, con nuestra misma filosofía, nunca lo han cambiado y siempre lo han respetado. Y creo que eso es la base del éxito de todo lo que está pasando.

¿Cómo se gestiona la cartera de futbolistas del City Group con el Girona?
Vienen jugadores muy jóvenes, jugadores que están entrando en el mundo profesional. Algunos no pueden tener los minutos que querríamos, ya que la Liga es una competición muy exigente, pero también hay jugadores a los cuales les va muy bien y que nos han ayudado a crecer. Ahora estamos perfilando mucho mejor las cesiones, de jugadores que se adapten a nuestra filosofía.

Ahora el Girona ya ficha jugadores de la talla de Daley Blind.
Todos los fichajes tienen un porqué. Y todos vienen por motivos diferentes. Primero de todo, yo creo que Blind quería jugar en la Liga. En segundo lugar, le gustaba mucho lo que estaba viendo del Girona. Y finalmente, es un jugador que en los últimos cuatro años tampoco ha tenido mucha participación en la competición regular y él lo que quiere es jugar, sentirse futbolista. Por eso creo que estamos viendo a un jugador que disfruta, que se ha adaptado muy bien y que lidera. Este es el quid del fichaje de Blind: un porqué de muchas cosas.

Y el gran nombre de la temporada está siendo Savinho.
Es un jugador que está superando las expectativas de todos porque al final es un jugador que tiene 19 años que no ha tenido muchos partidos de profesional. Es un jugador que en Brasil está bien considerado, pero sí que es verdad que nosotros lo conocíamos de antes gracias a la red del City Group. Era un jugador que nos gustaba, pero fue en el sudamericano sub-20 cuando vimos a un futbolista diferencial. En directo, vimos a un jugador diferente. Tuvimos claro que lo queríamos firmar. Es cierto también que cuando lo hablas con el míster... no tiene partidos a nivel profesional: el año pasado se marcha cedido al PSV, se lesiona, juega con el filial, y no de titular..., pero se va a la selección sub-20 y allí es donde me impacta y tengo claro que lo tengo que fichar. Tengo este punto de valentía, de creerme el talento y más con el entrenador que tengo, y de momento, está rindiendo por encima de lo que esperábamos.

 

 

¿Vitor Roque y Endrick son las próximas grandes estrellas del fútbol brasileño?
Estamos hablando de jugadores diferentes. Vitor Roque es un jugador más parecido a Ronaldo, con mucha potencia. No es el talento puro, pero es un jugador con gol y mentalidad. En cambio, Endrick es un jugador más brasileño, más talentoso, también más joven. Sin embargo, sinceramente, viendo lo que estoy viendo de Savinho... creo que puede ser un jugador diferencial.

¿De más nivel que Endrick y Vitor Roque?
Me está pareciendo un jugador de un talento especial. Son 7 partidos, pero lo que veo es a un jugador que no deja de crecer, con muy buena mentalidad. Tiene cabeza, viene con las ideas muy claras de lo que quiere ser y su mirada me hace pensar que será un jugador importante.

¿Teme que el año que viene Savinho se pueda marchar a un equipo grande?
No quiero pensar en el año que viene, quiero pensar en el ahora. Diría que puede acabar al City, por el estilo de juego y por el nivel de talento que tiene y de diferenciación en el uno contra uno. También pienso que todavía le falta margen de crecimiento y... ¿por qué no puede estar más tiempo aquí?

Sorprende que Savinho esté jugando a pierna natural...
Savinho siempre ha jugado por la derecha, a pierna cambiada, donde se ha sentido cómodo. La verdad es que nosotros sabíamos que el hecho de tener a Savinho i Tsygankov podía ser un problema, porque a los dos les gusta más jugar por la derecha, pero el míster le hizo entender que por la banda izquierda podía ser un jugador diferencial y que podía ser un jugador que podía tener las mismas características que tiene por la derecha, pero todavía más determinante. Y se ha adaptado muy bien, más rápido de lo que nos pensábamos.

Quique Carcel, el arquitecto de un Girona que va camino de hacer historia / Foto: Pau de la Calle

¿Hay algún otro jugador en el Girona con potencial para llegar al City?
Creo que hay mucha diferencia entre lo que es el Girona y el City. Es muy difícil que un jugador del Girona acabe jugando en el City, pero cada vez tenemos jugadores de más talento, como Miguel Gutiérrez o Arnau Martínez. Futbolistas que tienen mucho nivel, al menos para jugar en los equipos de la zona alta. Lo tengo claro. No sé si decirte City, Barça o Madrid, pero creo que tienen nivel para estar en equipos grandes.

¿En qué punto está la relación entre el Barça y el Girona?
Con el Barça hay una identidad catalana, eso es obvio. El Girona y el Barça, a nivel de país, tienen una muy buena sintonía. En el fútbol ya es otra cosa. Estamos hablando de dos equipos muy diferentes. Es como Girona-City, hay una diferencia abismal con el nivel de jugadores. Ahora que estamos en Primera División y empezamos a mostrar unas credenciales futbolísticas que hace que algunos jugadores quieran venir al Girona. Porel estilo de juego, como jugamos... Pero si lo pensamos bien, es difícil que jugadores de primer nivel vengan a jugar al Girona en Segunda División antes, e incluso en Primera en el primer año. Ahora yo creo que la sintonía ha cambiado, por el estilo. Hay futbolistas, como Pablo Torre, a los cuales el modelo de juego ha hecho que pensaran que se le adecuaba mucho a su potencial futbolístico, o Eric Garcia. Ha sido él quien realmente ha querido venir al Girona porque cree que es un equipo hecho a su medida por sus cualidades futbolísticas. En general, hay una buena relación. Barça y Girona deben entenderse. Este año ha estado el tema de Oriol Romeo, que ha sido una pérdida muy importante para nosotros. Ahora todo está funcionando bien y estamos más tranquilos, pero durante el verano ha sido un poco más estresante.

¿Este verano hubo contactas con el Barça por Arnau Martínez?
A mí el Barça no me ha llamado preguntando por él. Es verdad que ha sonado y que se adapta al estilo de juego del Barça, pero la situación realista es que no ha habido nunca ningún acercamiento suyo por Arnau. Otros grandes clubs de la Liga, como el Atlético de Madrid, sí que han preguntado por su situación, pero él sigue teniendo dos años más de contrato y lo queremos renovar. Creo que todavía tiene margen de crecimiento y estoy convencido de que acabará jugando a un equipo grande.

El nombre de Quique Cárcel también ha sonado para el Barça...
Bien, se ha oído mi nombre en diferentes clubs, pero la verdad es que yo estoy muy feliz en Girona. He renovado por cuatro temporadas más. Me siento muy privilegiado porque tengo el club hecho a mi medida, tengo mucha gente de mi confianza en el día a día y que hace que yo crea que hay todavía pasos por hacer. Ahora viene la Ciudad Deportiva. Estas cosas me hacen pensar que el proyecto todavía no ha tocado techo, que podemos hacer pasos hacía adelante. La verdad es que me siento un privilegiado de poder estar en el Girona.