Con la llegada del año nuevo, no solo los niños esperan con ansia que lleguen sus regalos para poder empezar el 2023 con juguetes, bicis o vídeoconsolas nuevas. También los entrenadores hacen su carta a los Reyes Magos, que en este caso se visten de directores deportivos, con el nombre de aquellos jugadores que les gustaría tener en su equipo para la segunda parte de la temporada. Y Quique Setién ha hecho lo propio con su Villarreal.
Quique Setién quiere tener a Pablo Torre en el Villarreal
El entrenador del Submarino Amarillo, club al que llegó poco antes del parón mundialista tras la salida de Unai Emery rumbo a la Premier, quiere darle su toque a una plantilla que se ha encontrado hecha, y por eso ha pedido a los responsables de la parcela deportiva de los groguets que intenten cerrar un acuerdo para conseguir la cesión de Pablo Torre, centrocampista del FC Barcelona que llegó después de ascender a su Racing de Santander a la segunda división la pasada temporada.
El técnico cántabro, según ha informado el Diario AS, habría mostrado su interés en poder entrenar a su paisano, natural de la localidad de Soto de la Marina, y ahora la pelota está en el tejado del Barça. Torre, con ficha del filial pero en dinámica diaria del primer equipo de Xavi Hernández, apenas ha jugado algo más de 100 minutos, i solo acumula una titularidad, en la última jornada de la Champions en Plzen.
El futuro de Kessie puede influir y mucho en el de Pablo Torre
Su salida, y además en forma de cesión, podría ser algo beneficioso para todas las partes, pero la última decisión la tendrán entre Xavi Hernández y el Barça como club. Porque, el centro del campo no es una zona donde el conjunto barcelonista vaya excesivamente sobrado, y también han recibido una oferta de 16 millones de euros por parte del Tottenham para llevarse a Franck Kessie, que llegó como agente libre y tampoco ha logrado convencer en exceso a Xavi, que pone muy por delante a Pedri, Gavi, Busquets i Frenkie de Jong.
Si el Barça opta por prescindir del marfileño, Pablo Torre podría ocupar su puesto en la rotación, pero si se opta por mantener al ex del Milan, como mínimo, hasta el verano, el cántabro sí que lo tendría más fácil para salir. En todo caso, el mercado invernal acaba de abrirse y quedan 30 días por delante de muchas reuniones, llamadas y correos electrónicos. De momento, Pablo Torre se ha comido las uvas como jugador del Barça. Veremos si cierra el mes siéndolo todavía.