Cuando parecía que las sensaciones volvían a ser buenas, cuando parecía que el Barça podía volver a encadenar tres victorias consecutivas en la Liga, el equipo volvió a tropezar con la misma piedra. Los de Xavi Hernández se mostraron muy solventes en defensa delante de Osasuna y Alavés, pero los errores burdos volvieron ante el Granada para, finalmente, empatar 3-3.
El FC Barcelona arrancó el partido dando continuidad a la gran imagen mostrada a Vitoria, pero a partir del 2-0 que Hongla le negó a Lewandowski bajo palos, todo se complicó. El conjunto nazarí puso la igualada cerca del descanso, y todo que el conjunto culé disfrutaba de 45 minutos para recuperar la ventaja y con él los tres puntos, los nervios se volvieron a apoderar del equipo de Xavi.
La fecha Nápoles amenaza
Que el juego del Barça es insuficiente es una realidad a medias. Delante el Osasuna, el equipo azulgrana generó poco, pero contra el Alavés el partido fue brillante. A la segunda mitad contra el Granada, el Barça perdió la orden fruto de las prisas, pero si un equipo marca 3 goles y no gana, parece evidente que su problema reside en la defensa.
El Barça genera, y salvando los desórdenes propios de un equipo ansioso y contra las cuerdas, pudo marcar 3 goles. Por el contrario, eso no quita|saca que la defensa del Barça sigue siendo un flan. El Granada, penúltimo clasificado, le marcó tres goles, dos de ellos en los momentos que más daño hacen en un partido. El primero, el del empate, al borde del descanso, mientras que el 2-3, llegó inmediatamente después del tanto de Lewandowski.
Todo, poco más de una semana antes de llegar a la fecha Nápoles, día en que el Barça se jugará el pase a los cuartos de final de la Champions League y, no olvidamos, un buen puñado de millones en concepto de retribuciones para acceder a la siguiente ronda de la máxima competición europea. No obstante, si el conjunto italiano eliminara el Barça de la Champions, volverá a aparecer el nombre de Rafa Márquez en todos los debates.