Rafa Nadal no ha podido derrotar a Nuno Borges (6-3 / 6-2) en la final del torneo ATP 250 de Bastad y no ha podido romper su acequia de más de dos años sin subir ningún título. A pesar de la gran semana que ha firmado en tierras suecas, mostrando un nivel más alto del esperado, Nadal no ha superado el último escollo. Borges ha sido superior desde el primer juego del partido y, sin ponerse nervioso en ningún momento, ha derrotado al rey de la tierra batida, firmando un partido espectacular que le ha permitido tocar metal por primera vez en su carrera.

Después de este resultado, que lo ha dejado sin su título número 93, Rafa Nadal ya centrará su atención en los Juegos Olímpicos de París, en los cuales participará tanto en el cuadro individual como en el de dobles, con una dupla histórica al lado de Carlos Alcaraz. De hecho, para él, el torneo de Bastad era una preparación para esta instancia. Sin dudas, las sensaciones que ha recogido en Suecia son bastante mejores en las que dejó en Roland Garros, cuando cayó en primera ronda contra Zverev, y ahora faltará ver cuál es su respuesta ante un escenario tan peculiar como los Juegos. El sábado se empezarán a desvanecer las dudas.

Lluvia de breaks en Bastad...

El inicio de la final ha sido marcado por una igualdad en que ninguno de los dos jugadores era capaz de hacerse fuerte a través del servicio. Aunque Rafa Nadal había mostrado cierta solvencia en este aspecto durante las dos rondas anteriores, no ha podido hacer lo mismo contra un Borges que todavía el duelo como una oportunidad única: derrotar al rey de la tierra batida en una final de un torneo ATP. El portugués tampoco estaba siendo capaz de sumar sus juegos al servicio con regularidad, y eso se ha traducido en un escenario en qué de los seis primeros juegos, cinco han sido breaks.

La derecha de Borges a la final de Bastad / Foto: EFE
Nuno Borges en plena acción durante la final / Foto: EFE

... que cae a favor de Nuno Borges

Eso sí, quien comandaba dentro de este caos, sin embargo, era el tenista lusitano, con un 4-2 que ya dejaba a Nadal con la obligación de romperle el servicio para, como mínimo, volver a igualar el partido. Pero la respuesta del mallorquín, esta vez, no ha llegado. Borges ha seguido mostrando una cara muy sólida, cerrando el primero siete con la primera oportunidad que tenido (6-3). Las sensaciones del 14 veces campeón de Roland Garros eran extrañas. Quería luchar todas las pelotas, pero el portugués estaba exhibiendo una energía inasumible para el actual Nadal, con un ritmo de juego en que imposibilitaba ver golpes ganadores del balear. En los rallys más largos, con más de 5-10 intercambios, sufría para encontrar situaciones cómodas. Todo, un contexto que lo dejaba contra las cuerdas.

El estadio de Bastad seguía esperando la llegada de Rafa Nadal en esta final, tal como había sucedido a las semifinales, cuando pudo remontar contra Ajdukovic. Y el inicio de la segunda manga ha sido ilusionante, en cierta manera. Nadal ha sumado sus dos primeros juegos al servicio y ha disfrutado de una pelota de break. Así y todo, Borges ha sabido resistir, neutralizando cualquier intento de rebeldía que del campeón mallorquín.

Rafa Nadal sirve durante la final de Bastad / Foto: EFE
Rafa Nadal sirve durante la final de Bastad / Foto: EFE

Y a la primera oportunidad que ha tenido, ha asegurado un nuevo break que dejaba la final casi imposible para Rafa Nadal. El de Manacor volvía a estar 4-2 abajo y no estaba obteniendo las sensaciones necesarias para avistar un remontamiento. Finalmente, el portugués ha sumado un nuevo break y ha acabado decantando la final por completo: 6-3, 6-2 a favor suyo, que dejan al histórico tenista sin poder sumar un título ATP después de dos años de cequia.