No están siendo los mejores días para un FC Barcelona que inició una temporada, sobre el papel, muy ilusionante, con nuevos y ambiciosos objetivos por delante. Joan Laporta, durante el periodo de traspasos veraniego, aseguró que se estaba construyendo una plantilla que permitiera al club dar un paso más allá y competir por la Champions League, pero, por el momento, hay que tocar de pies en el suelo, porque los blaugrana están atravesando una crisis de juego que ya ha dejado varios señalados.
Xavi Hernández está viviendo, probablemente, sus peores momentos desde que aterrizó en la ciudad Condal como entrenador del Barça. Ni siquiera cuando llegó para sustituir a Koeman, su equipo se vio sumido en una crisis tan profunda como la que se está viendo ahora. El juego del equipo está siendo pésimo para los estándares del conjunto catalán, que exige ganar y practicar un juego excelso, y de momento solo se está ganando. El equipo de Xavi no se encuentra cómodo sobre el césped, amasando el balón con una posesión estéril y previsible, sin encontrar los espacios por dentro, como tanto gusta al equipo. Y eso desespera a la afición blaugrana.
Xavi tiene la culpa
Más allá de Xavi, uno de los principales blancos de las críticas de la hinchada culé, hay varios futbolistas que están en el ojo del huracán. Uno de ellos es Raphinha. El brasileño no ha acabado de tener el impacto que se esperaba cuando Laporta pagó por él al Leeds más de 60 millones de euros.
La cifra que desembolsaron los blaugrana ponían de manifiesto el cartel de estrella que llevaba colgado Raphinha y la firme apuesta por él, pero, de momento, ha salido rana. Sin embargo, son muchos los que culpan a Xavi de haber dado luz verde al fichaje del extremo carioca, aunque vino recomendado por Deco que, casualmente, ha acabado siendo el director deportivo del Barça.
Una situación de la que se están quejando muchos futbolistas del conjunto catalán, que ha provocado una pequeña revolución dentro del vestuario. A pesar de su escaso rendimiento, Raphinha está pasando por delante de hombres como Lamine Yamal, con mejores actuaciones, o Ferran Torres. Y es que son muchos los que acusan al brasileño de tener un trato de favor por ser de la cuerda de Deco.
Dani Olmo no llegó para dar paso a Raphinha
En ese aspecto, son muchos los que acusan a Xavi de cerrarle las puertas a un gran fichaje para dar paso al brasileño. "Raphinha no tiene la culpa, la culpa es de Xavi Hernández", se puede leer en las redes sociales, quejándose del fichaje del extremo en vez de otros con mayor potencial como Dani Olmo.
La llegada de Raphinha impidió el aterrizaje del extremo catalán, que está como loco por volver a casa, y que ha demostrado ser mejor que el futbolista del Barça. Xavi lo sabe, pero quiere seguir dando oportunidades a Raphinha para que recupere la confianza y no tener que admitir que se equivocó. Por el momento, Olmo sigue a la suya en el Leipzig esperando una llamada que, tal vez, nunca se produzca.