Raphinha está siendo una de las noticias positivas del Barça durante las primeras semanas de la temporada. Aunque muchos dudaron sobre si era una contratación necesaria, teniendo a Ousmane Dembélé, Joan Laporta no se lo pensó dos veces. Y pagó cerca de 55 millones de euros para sacarlo del Leeds United, adelantándose al resto de pretendientes que tenía, entre los que se podía mencionar a Chelsea, Arsenal o Manchester United.
Y si había dudas con el internacional brasileño desde el Camp Nou, rápidamente se ha encargado de disipar todas con sus brillantes actuaciones en los amistosos. Prácticamente no ha necesitado de un periodo de adaptación ni de aclimatación, pues su rendimiento fue inmediato, y dejó algunos detalles de su inmensa calidad. Sin duda, su momento más destacado hasta la fecha fue ese brillante gol ante el Real Madrid, que sirvió para ganar El Clásico.
Xavi Hernández es el primero que ha quedado impresionado con el ex del Stade Rennais o del Sporting de Portugal, y que le ha dado continuidad. Ahora mismo, todo hace indicar que comenzará como titular, y en caso de ser capaz de mantener este nivel, difícilmente alguien le podrá quitar el puesto. No solo aporta desborde, velocidad y verticalidad, sino que también ha demostrado ser muy fiable de cara a portería, y garantizar muchos goles y muchas asistencias.
Pero, como en todas las historias, siempre hay una parte negativa. Mientras Raphinha se ha convertido en uno de los nuevos ídolos del Barça, y ya ha sido comparado con Ronaldinho o con Neymar Junior, que no es poca cosa, otro futbolista de la plantilla ha tenido que asumir una pérdida notable de protagonismo. Y es que parece que ya nadie se acuerda de Anssumane Fati, que hasta hace poco era considerado como la gran estrella del club.
Muestra de ello es que fuera el elegido para heredar el dorsal ‘10’ que dejó vacante Leo Messi después de firmar por el Paris Saint-Germain. Por desgracia, aún ha sido incapaz de superar sus problemas físicos, y muchos creen que pasará a ser un ‘crack de cristal’.
‘Ansu’, incómodo con su situación actual en el Barça
Por mucho que Xavi y Laporta siempre hayan tratado de tranquilizar a ‘Ansu’, y le hayan garantizado que seguirá siendo fundamental, su preocupación es más que lógica y evidente. No quiere poner en peligro su progresión, y para ello lo que necesita es sentirse importante y jugarlo todo.
Pero sabe que con Raphinha lo tendrá complicado, pues tanto él como Dembélé están por delante del español a día de hoy. El enfado de Fati es comprensible, y ha generado un ambiente de tensión palpable en el vestuario.