El Barça está siendo criticado por su bajo rendimiento y también por la falta de fútbol. Si Xavi Hernández quería ver a un equipo que jugara bien a fútbol y que volviera a maravillar, parece que es misión prácticamente imposible. Las actuaciones de los jugadores culés son para olvidar y hay ciertos futbolistas que empiezan a estar señalados de manera habitual. Y uno de los que está más cerca del ojo del huracán es Raphinha.

Raphinha ya no es diferencial en el Barça

El extremo brasileño del Barça no acaba de encontrar su sitio. Al principio de temporada apareció para marcar las diferencias y para convertirse en un gran asistente, pero a medida que ha avanzado el curso ha hecho una bajada de rendimiento considerable. Y, en esta línea, tampoco ha aprovechado las últimas oportunidades que ha tenido en las últimas semanas. Ha sido titular indiscutible y prácticamente no se le ha visto sobre el césped.

Raphinha, después de fallar una ocasión con el Barça / Foto: EFE

Después del Mundial de Qatar que es un futbolista diferente. Y ahora destacan más sus carencias que sus habilidades. Además, no ha podido brillar en ausencia de Ousmane Dembélé. Y eso significa que cuando el extremo francés vuelva de la lesión podrá recuperar la titularidad con relativa facilidad.

Raphinha acumula decepciones y malas actuaciones. Se estanca cada vez que tiene el balón en los pies y ya ha dejado de superar rivales. Solo es peligroso con espacios y cuando el rival no le hace un marcaje cercano. Un jugador que apuntaba muy alto, pero que se ha quedado a medio camino.

Raphinha estirado sobre la césped / Foto: EFE

La mala actitud de Raphinha

Asimismo, desde el Barça tampoco gusta la actitud que Raphinha tiene en los partidos. Se frustra con mucha facilidad sobre el césped y después lo ejemplariza con quejas y momentos de enfado que todo el mundo se da cuenta de ello de manera visible. Unas maneras de quejarse de que no gustan nada.

Y eso ha generado cierto rechazo entre los culés. Los valores son una prioridad y dar este mal ejemplo no es una manera de hacer aceptada en el Barça. Ya en los últimos partidos se han visto algunas actuaciones bastante fuera de lugar de Raphinha que no convencen a los culés ni dentro del mismo Barça.

Las críticas, pues, se entienden en este sentido. Vienen desde fuera y tampoco gustan dentro del vestuario culé. Y Raphinha sabe que tiene que mejorar su actitud y también su fútbol. Ser jugador del Barça es una responsabilidad muy grande y también se tiene que ganar su sitio. Raphinha, pues, tiene que seguir luchando si se quiere quedar en Barcelona.