Las excelentes actuaciones que ha completado Raphinha Dias durante el presente curso le han servido para acabar con las dudas que existían en torno a su figura, y para consagrarse como una estrella en el Barça, y convertirse en titular indiscutible. Con Xavi Hernández nunca acabó de ser intocable, pero todo ha cambiado desde la contratación de Hans-Dieter Flick, que ha logrado sacar la mejor versión del atacante nacido hace 28 años.
No solo es uno de los ídolos de la grada del Camp Nou, sino que también merece ser considerado como uno de los mejores jugadores de todo el planeta, y un claro candidato a ganar el Balón de Oro si mantiene esta regularidad. Y esto ha provocado que se convierta en un crack indispensable, y por lo tanto Joan Laporta y Deco ni se planteen la opción de traspasarlo en verano, independientemente de las ofertas que puedan recibir por él.
Hay conjuntos muy poderosos que se han interesado en el ex del Vitoria de Guimaraes, del Leeds United o del Stade Rennais, y que podrían llegar a ofrecer unos 100 millones de euros. Pero no se moverá de la entidad azulgrana, que no quiere perder a uno de sus referentes, ya que sería prácticamente imposible encontrar a un futbolista que pueda mejorar su rendimiento. Y esto ha provocado que muchos cracks que estaban en la agenda dejen de ser una prioridad.
Por ejemplo, este es el caso de Nico Williams, que era colocado como un objetivo primordial del Barça, pero también es necesario mencionar a Geovanny Quenda. Es una de las grandes perlas que hay en todo el panorama mundial, y ya es un fijo en el primer equipo del Sporting de Portugal, donde se ha erigido como uno de los mejores complementos para Viktor Gyökeres, que también está en la agenda, y de Francisco Trincao, quien pasó por el combinado culé hace unos años.
Nació en el año 2007, y es de la misma generación que Marc Bernal, Pau Cubarsí o Lamine Yamal, y por lo tanto tiene un margen de progresión brutal. Pero Raphinha le ha cerrado las puertas.
Quenda seguirá siendo vigilado atentamente por el Barça
Quenda no ha desaparecido de la agenda del Barça, y seguirá siendo controlado de cerca por los ojeadores, pero Laporta y Deco no tienen la intención de pelear por su fichaje, al menos, durante este 2025.
Raphinha provoca que no sea una prioridad traer a un nuevo atacante, y el coste de la perla lusa no sería precisamente barato, ya que superaría los 60 millones de euros.