El FC Barcelona se aferra al mercado invernal para resolver los pequeños defectos de su plantilla aprovechando que enero se lo pondrá más fácil a la hora de hacer nuevas incorporaciones. Una de las posiciones que más dudas ha generado a Xavi Hernández en este inicio de temporada es la de extremo. Ni Ferran Torres ni Raphinha han convencido al técnico egarense, que sigue confiando en Dembélé como su opción estrella.
Además, ambos futbolistas tampoco han firmado un buen Mundial con sus selecciones. Por este motivo, Joan Laporta ya tiene encima de la mesa algunas soluciones para sus dos extremos. El presidente catalán está siguiendo de cerca a dos jugadores ofensivos franceses para fichar a uno de los dos en caso que sea necesario. Se trata de Marcus Thuram, hijo del mítico exfutbolista Lilian Thuram, y Moussa Diaby, futbolista del Bayern Leverkusen.
En busca de un extremo con más colmillo que Ferran y Raphinha
Lo que ha dejado claro el inicio de temporada en clave azulgrana es que Robert Lewandowski es la máxima referencia del equipo catalán. Aun así, los goles del polaco no son suficientes para llevarse una liga tan competida como la española, pues el Barça debe ser capaz de sumar números también a través de otros futbolistas ofensivos. Sin embargo, pese a que Lewandowski si que ha cumplido con su parte, las dianas de sus compañeros no han llegado.
Xavi sabe que necesita extremos más decisivos y completos en sus extremos. Diaby y Thuram, ambos jugadores de la Bundesliga, están acostumbrados a liderar a sus respectivos equipos con sus goles y asistencias. Asimismo, su perfil físico y técnico también gusta mucho a la dirección deportiva culé, que tiene a los dos extremos en su agenda para poder encontrar soluciones de cara al segundo tramo de temporada.
Atentos también a la situación de Gabriel Martinelli
A parte de los futbolistas franceses, hay otro jugador que tiene enamorado a Xavi Hernández. Se trata de Gabriel Martinelli, extremo joven del Arsenal que con Mikel Arteta ha demostrado tener, precisamente, lo que le falta tanto a Raphinha como a Ferran: gol. El extremo gunner tiene una facilidad innata para sumar estadísticas con facilidad y eso, en el fútbol actual, vale mucho dinero. Tanto que el equipo del norte de Londres lo tasa en más de 60 millones de euros, una cifra inasequible para los azulgranas. No obstante esto, Mateu Alemany seguirá atento la situación de Martinelli por si acaba cambiando.