El Barça desespera y se desespera en el Estadio de Vallecas. Sin alma, sin fútbol y sin ninguna intención, ha sido superado en todos los aspectos por un Rayo Vallecano triunfante gracias a Radamel Falcao (1-0).

Sólo se salva Nico González

El Barça de Ronald Koeman es un poema juegue contra quien juegue y juegue con quien juguen. Y sin Ansu Fati, nuevamente lesionado, todavía es más difícil. Esta vez se ha vuelto a apostar por Dest en el extremo derecho y Sergi Roberto en el lateral. También con la entrada de un atrevido Nico González en el medio del campo y la primera titularidad del Kun Agüero.

Ronald Koeman dando indicaciones durante el partido / EFE

Pero este Barça sufre con cualquier rival. Y en casa del Rayo, un rival directo en la clasificación de la Liga Santander, se ha empequeñecido como nunca. La presión local ha sido muy alta. Quizás demasiada para los intereses del Barça. Y cada vez que Ter Stegen salía con el balón controlado, Piqué y Eric Garcia tenían muchos problemas. Ni Sergi Roberto ni Jordi Alba eran una buena solución. Y cuando Busquets se ofrecía, las dificultades se acumulaban.

Han pasado los minutos y el Barça se ha ido encontrando cómodo. Nico se ha convertido en un centrocampista todoterreno y destructor. Parecía que nadie le podía parar. Y Dest se ha convertido en la única arma atacante. Coutinho ha tenido unos buenos minutos iniciales, pero se ha ido apagando como es habitual en él. Y en ataque, tanto Memphis como Agüero han estado huérfanos de balón.

Nico González durante el partido / EFE

El arañazo de Falcao

Pero cuando mejor estaban los blaugrana —si se puede decir que han estado bien en algún momento—, ha llegado el arañazo del tigre Radamel Falcao. A la media hora de juego Busquets ha tenido la enésima pérdida de balón y el delantero colombiano no ha perdonado. Recorte ante Piqué y disparo cruzado con la pierna izquierda que ha tocado el palo antes de entrar a gol.

Y desde aquel momento, el Barça ha ido a peor. El Rayo y Vallecas, crecidos, han buscado el segundo gol. Y los de Koeman no han sabido qué hacer. De crear desde de atrás han pasado a buscar directamente al delantero, perdiendo completamente el ADN. Y no han conseguido nada ni con eso. Y Dest ha vuelto a sufrir la maldición del Clásico después de fallar una ocasión clarísima desde dentro del área pequeña que ha mandado a las nubes.

Radamel Falcao celebrando su gol contra el Barça / EFE

Ni Memphis marca de penalti

Pero el fútbol del Barça no ha mejorado ni pasando los minutos. En la segunda parte, la misma tónica que en la primera. El Rayo ha sido superior, con más peligrosidad. Y los blaugrana, sin saber qué hacer ni con la pelota ni sin ella.

Nico y Agüero han sido los únicos capaces de chutar a la portería de Dimitrievski. Pero nada de nada. Ni con la entrada de Demir. Y encima, a falta de 20 minutos para el final, el árbitro Mateu Lahoz ha pitado un penalti sobre Memphis que el mismo delantero neerlandés ha fallado.

Y viendo que no quería entrar a gol ninguna ocasión culé, Koeman ha ido a la desesperada: han entrado Gavi y Luuk de Jong. Pero ya no ha habido tiempo para reaccionar. El Barça, desesperado y aturdido por el arañazo de Falcao, ha perdido contra el Rayo Vallecano 19 años y 14 victorias culés después. Ronald Koeman sigue contra las cuerdas. Y el Barça todavía sin ganar lejos del Camp Nou en esta temporada.

 

Imagen principal: El Kun Agüero con las manos en el cabeza / EFE