El Real Madrid apuntala los octavos como primero de grupo con remontada incluida contra el Nápoles (4-2). A pesar de empezar perdiendo, el conjunto merengue consuma el pleno de victorias a falta de una jornada.
La remontada Champions no se ha hecho esperar
El Santiago Bernabéu presentaba un aspecto propio de las noches grandes. El Nápoles, el principal contendiente aparte del Real Madrid a los octavos de final de este Grupo C, visitaba el feudo blanco en un partido que, salvo sorpresa, iba a ser la prueba definitiva para los de Carlo Ancelotti para asegurar la fase eliminatoria desde la primera plaza.
En este sentido, además, el conjunto azzurri llegaba al cruce con la sensible duda de su goleador Victor Osimhen, que partiría desde el banquillo después de superar una lesión en el bíceps femoral. Sea como sea, su relevo, Giovanni Simoene, solo tardaría 9 minutos a aparecer en posiciones de '9' para hacer el primero del partido. El Real Madrid sí que presentaba un equipo menos reconocible con las hasta 6 lesiones que tiene en plantilla, pero desde que Vinícius se vio obligado a dejar de hacerlo, quien le está poniendo el picante y el vértigo a este equipo arriba es Rodrygo Goes. El brasileño, en una gran salida a la contra propiciada por una maravillosa ruleta de Brahim, ha calcado el eslalon que trazó contra el Cádiz para empatar el partido con un golpeo seco directo a la escuadra.
El Bernabéu se daría rienda suelta de nuevo después de que el gol italiano enmudeciera parte de la grada, y en plena euforia blanca, quien tampoco faltaría a su cita con el gol sería Jude Bellingham. El inglés, a pesar de desarrollarse desde que viste de blanco como falso nueve, trazaría un movimiento de ariete a la espalda de Rrahmani que correspondería Alaba con un centro medido para que el '5' merengue rematara al contrapié de Meret.
Nico Paz y un escenario soñado
A pesar del inicio trepidante de partido, ambos equipos empezarían a especular con el marcador. Los tres puntos hacían más líder al Real Madrid y dejaban al Nápoles en una segunda plaza no amenazada en vista de que el Union Berlin estaba ganado a domicilio en Portugal. No obstante, con la reanudación, prácticamente de manera simultánea, el Braga empataría su partido y André Zambo Anguissa también pondría las tablas en el electrónico del Bernabéu.
Con este nuevo escenario, las matemáticas ya certificaban la primera posición de grupo para el Real Madrid y la segunda para el Nápoles, independientemente de qué pasara en la última jornada de esta fase de grupos. Con todo, cuando las revoluciones ya habían bajado, el descaro de los jóvenes con ganas de demostrar romperían el empate. Concretamente, sería el de Nico Paz, que salvando las distancias, dejaría por el camino a su defensor con una finta 'messística' para, aprovechando un errada de bulto de Meret, hacer el 3-2 que maquillaría Joselu con el cuarto definitivo.
De esta manera, el conjunto merengue llega a la Jornada 6 de la fase de grupos de Champions con pleno de victorias y los deberes hechos, teniendo que decidir su suerte el Nápoles en casa en su próximo partido ante el Braga. Eso sí, le vale con perder 0-1 contra el conjunto luso para ser segundo de manera matemática.