El Barça es el rey de Copas y así quiere seguir siéndolo. Con una goleada inesperada contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu (0-3), los culés han dictado sentencia y llegan a su sexta final de la Copa del Rey de manera consecutiva.
Totalmente liberados después de un gol de Luis Suárez en la segunda parte, el Barça no ha dejado de sufrir hasta que el Madrid ha perdido los papeles. Suerte que los blancos han perdonado y no han estado acertados de cara a gol. La final de Copa ya tiene la confirmación del Barça y ahora sólo queda esperar al Betis o al Valencia.
Sin poder
Al Barça le ha costado el partido desde el primer minuto. Aunque el estadio blanco se ha convertido en los últimos años en un escenario propicio para las exhibiciones, esta vez no ha tenido el efecto esperado. El Madrid, con ganas de reivindicarse y seguir dando pasos adelante en la mejora de su juego, no ha decepcionado de inicio ante su afición.
El Barça se ha presentado con Ter Stegen en la portería, nuevamente el portero de la Copa, con las dudas resueltas, Semedo y Lenglet en la defensa, Sergi Roberto en el medio del campo y Dembélé en ataque. El resto, los de siempre, y liderados por Messi. Pero no ha sido el partido esperado ni para el argentino ni para los culés. Idas y vueltas con un Madrid paciente porque el resultado le iba a su favor. Los blaugrana, necesitados de goles, no han mostrado su mejor fútbol.
Hace semanas que el Barça de Ernesto Valverde no convence, cosa que Messi lo tapa con sus goles. Y nuevamente ha seguido la tónica habitual. Los blancos han cogido la posesión a los blaugrana en varios tramos del partido, hasta casi desnaturalizar a un Barça ofuscado de cara a portería.
Primera parte entera sin disparar entre los tres palos rivales y el Madrid que poco a poco iba asustando. Suerte de un inspiradísimo Ter Stegen, que ha salvado al equipo una vez tras la otra.
Sin querer
Pero a este Barça no se le puede dar nunca por muerto. Si Dembélé es irregular y en los primeros 45 minutos había pasado totalmente desapercibido, en la segunda ha cambiado el partido inconscientemente. Primero en el minuto 50, en uno de los primeros arranques claros en ataque y con un centro del francés desde la banda izquierda. Luis Suárez, con el olfato goleador recuperado, ha marcado de primeras precisamente en el primer disparo del Barça entre los tres palos.
Y minutos después el mismo Dembélé se ha aprovechado de un Madrid volcado al ataque, con la necesidad de marcar goles, para nuevamente arrancar, esta vez desde la banda derecha, y convertir un centro raso en una asistencia para Varane. Suárez esperaba dentro del área pequeña, pero ha sido el defensa francés del Madrid quien se ha marcado en propia portería. Minuto 69 y partido resuelto.
Con el Madrid buscando tres goles para eliminar al Barça, Luis Suárez ha sentenciado. Penalti que se ha inventado ante Casemiro y él mismo ha transformado el tercer gol de Panenka desde los once metros. Minuto 73 y semifinal decidida.
El Barça ha goleado al Madrid sin querer. Tres goles salidos de la nada, con un rival que ha sido superior en gran parte del partido, pero esta vez se puede decir que el Barça sí ha estado efectivo. Y esta sentencia en la capital deja al Barça con la posibilidad de levantar su 31ª Copa en el Benito Villamarín. Y el triplete sólo lo podrá conseguir el Barça.