Sergio Ramos le da tres puntos y el liderato al Real Madrid después de un mediocre partido contra un Betis descarado. Los blancos han conseguido remontar el gol inicial de Tony Sanabria con dos cabezazos. El primero, de Cristiano Ronaldo. El segundo, de Ramos, otra vez, en el tramo final del partido.
Objetivo liderado
El Madrid afrontaba la visita de los andaluces con la clasificación para los cuartos de final de la Champions en el bolsillo y la posibilidad de aprovechar el traspié del Barça. Zinedine Zidane sacudía el once inicial dando la alternativa a jugadores como Álvaro Morata, Isco Alarcón, James Rodríguez o Nacho Fernández. Cristiano Ronaldo era el único titular de la BBC y Casemiro empezaba el partido en el banquillo.
Con el Santiago Bernabéu animado, el equipo ha salido con ganas de encauzar el partido a las primeras de cambio. El Betis se ha plantado con tres centrales y cinco defensas, evidenciando un planteamiento encaminado a aprovechar los errores en defensa de los blancos. El dominio y la posesión ha sido del Madrid. Y así ha llegado la primera ocasión clara. Morata ha regalado una pelota a Cristiano pero el disparo del portugués, entrando desde el segundo palo, se ha marchado por encima del travesaño.
El Betis ha empezado a crecer gracias a la falta de consistencia del Madrid en defensa. Las transiciones eran lentas y se hacían a destiempo. Los andaluces han encontrado espacios hasta la portería de Keylor Navas. El lateral Brasanac se ha quedado solo ante el portero blanco y este lo ha hecho caer. Falta en la frontal del área y expulsión. El árbitro no ha visto ni una cosa ni la otra. A la siguiente jugada, sin embargo, el fútbol ha sido justo con el Betis. Un tímido chute de Tony Sanabria (exjugador del Barça) ha acabado en gol después de que Keylor se hiciera un lío. 0-1.
Jugar con fuego
El Madrid ha seguido teniendo la pelota pero sin saber qué hacer con ella. Modric e Isco no se cansaban de tenerla en los pies pero no conectaban con Morata ni Ronaldo. El equipo sufría mucho para encontrar vías de entrada en las dos líneas, bien plantadas, del Betis. Una alternativa para hacerlo era buscar el factor sorpresa. Llegar y no estar.
Dani Carvajal y Marcelo, los dos laterales, eran fundamentales para intentar reaccionar. El Madrid, sin jugadores de banda, tenía que hacer el campo ancho y largo. En una jugada de estas, Marcelo ha servido en bandeja el gol del empate a Cristiano Ronaldo. Un centro preciso, desde la banda izquierda, para que el delantero portugués pusiera la cabeza y cogiera la pelota desde dentro de la portería. 1-1 al descanso.
La épica de Ramos
El empate parecía el preludio de una película que se ha proyectado infinidades de veces en el Bernabéu. Los rivales se creían durante la primera parte con el derecho de tutear al Madrid y en la segunda la realidad los abofeteaba en forma de goles. Esta noche ha sucedido todo el contrario porque la segunda mitad ha acentuado los problemas de los blancos.
El Betis se ha crecido porque ha visto que podía vivir en campo contrario. Los andaluces han tenido un par de ocasiones muy claras para encender los silbatos de la afición. El Madrid no tenía la pelota y sufría mucho corriendo detrás de ella. Zidane ha movido el banquillo para ganar en alternativas. Lucas Vázquez y Karim Benzema han entrado a falta de 20 minutos pero el problema parecía estructural y no de nombres.
Otra vez, Sergio Ramos ha vuelto a tapar los problemas del Madrid. En el minuto 81. A la épica. De cabeza. A la salida de un córner. Como siempre. El gol de Ramos, junto con la expulsión de Piccini, ha condicionado el final del partido. Un partido que vale un liderato. Gracias a un jugador que no tiene precio para un equipo abonado a reaccionar sobre la bocina.