Un Real Madrid suficiente remonta contra el Espanyol (3-1) para seguir a la estela del líder. En su caso, el Barça llega a San Mamés este domingo, la visita más complicada para los de Xavi en lo que resta de temporada y uno de los duelos donde los blancos más confían en que el gran rival pinche.
Lo de Joselu, un espejismo
El Santiago Bernabéu no es el mejor de los escenarios para el Espanyol si se echa la mirada a los últimos resultados cuajados. Desde la temporada 1995-96 que el conjunto perico no consigue sumar de tres en su visita al feudo blanco. Hasta hoy, 28 años después de aquel triunfo que hizo posible un doblete a Jordi Larín, los blanquiazules solo han conseguido 3 empates en este escenario. Con todo, el Espanyol, que está teniendo dos caras en esta Liga Santander, empezaría el duelo con una brillante carta de presentación. Solo habían transcurrido 8 minutos que, Rubén Sánchez, en un brillante balón cruzado de Sergi Gómez, ha sacado ventaja de un gran control orientado para, con un centro medido a ras de césped, dejar solo a Joselu ante Courtois. El ariete gallego, con la pólvora siempre a punto como en él es habitual, presentaría el interior sobre el pase para enviar el balón a la escuadra y hacer el primero del partido.
Lo bueno, que el Espanyol estaba por delante en el marcador. Lo malo, que quedaban 82 largos minutos para tratar de aguantar las acometidas del Real Madrid, pero sobre todo, de Vinícius Júnior. La del brasileño es un alma hiperactiva por naturaleza, pero si a su personalidad se le añade la confianza con la que juega, el cóctel es explosivo.
Tanto es así, que solamente 14 minutos después del gol de Joselu, Vinícius empataría la contienda con una de sus jugadas clásicas que, como en el primero en Anfield, no necesitaría más de medio metro para encontrar el resquicio. No obstante, la reacción del Real Madrid no había hecho más que empezar. Después de llevar el partido a su terreno, el conjunto local, esta vez por medio de Éder Militao, ha culminado su remontada al borde del descanso después de un centro maravilloso con el exterior del pie de Tchouaméni.
El Real Madrid no cierra el partido hasta Asensio
El Real Madrid no se ha puesto nervioso al verse por debajo en el marcador, y a juzgar por las sensaciones, se veía holgadamente superior al Espanyol. Con todo, en la segunda mitad, los de Carlo Ancelotti no han sido capaces de cerrar el partido. Los 'pericos' no intimidaban con una posible réplica, pero el Bernabéu no acababa de respirar tranquilo al verse ganando con un resultado corto.
Quien estaría a punto de marcar el gol de la tranquilidad sería Rodrygo, pero el travesaño se interpondría en su camino hacia el tercero. Con todo, el runrún en la grada empezaría a establecerse y, con los minutos finales con un Espanyol sin nada que perder, Cabrera se quedaría cerca de enganchar un cabezazo limpio que hubiera supuesto el empate. El ritmo del Real Madrid era ya muy bajo pensando en el Liverpool, pero en ese entonces, en un momento de lucidez de Nacho en que ha hecho un eslalon que, a priori, no se le atribuye, ha dejado solo a Marco Asensio para que el mallorquín hiciera el 3-1 definitivo.