Lo que pasa en Las Vegas, que no se quede en Las Vegas. El Barça ha sido superior al Real Madrid en el primer Clásico de la temporada y Raphinha ha decidido el partido con un golazo (0-1).
Raphinha desequilibra el Clásico
Un Clásico es un Clásico ya sea en Barcelona, en Madrid o lejos de casa. Y así se ha demostrado en el Allegiant Stadium, con dos equipos intensos y muy entregados desde el inicio y en un partido que ha sido vibrante en todo momento. Era el día del debut de Robert Lewandowski por parte culé, pero también el de Antonio Rüdiger y el de Aurélien Tchouaméni por parte merengue. Y los tres han tenido protagonismo, pero las funciones dentro del partido han sido bien diferentes.
El Barça de Xavi Hernández, que por fin se ha podido sentar en el banquillo culé en Estados Unidos, ha presionado muy arriba y ha impuesto un ritmo muy alto. La posesión ha sido mayoritariamente blaugrana, igual que las ocasiones. La primera ha sido de Lewandowski en el minuto 11, cuando por primera vez ha intimidado la portería de un atento Thibaut Courtois.
Un público entregado y que lo ha aplaudido todo ha empezado a disfrutar de este Clásico tan espectacular como la ciudad de Nevada. La verticalidad de los dos equipos y la velocidad para ejecutar las acciones ha privado que jugadores como Pedri González, Pablo Gavi, Eduardo Camavinga o Tchouámeni tuvieran influencia. Y la ocasión más clara por parte blanca en el inicio del duelo ha sido un potentísimo disparo al palo de Fede Valverde en el minuto 18.
Ya con el Barça medio asustado y viendo cómo tenía que hacer alguna cosa más para encontrar el gol, ha puesto una marcha más. Ocasión peligrosa de Ansu Fati y omnipresencia de Raphinha. Y, precisamente, ha sido el extremo brasileño quien en el minuto 27 ha mandado el balón al fondo de la red después de un disparo con el pie izquierdo desde fuera el área. Golazo para enmarcar.
El Barça, mucho más rodado y mejor en todas las situaciones del juego, se ha mostrado superior al conjunto blanco. Sólo Rüdiger ha demostrado su potencia en alguna ocasión actuando de lateral izquierdo. Andreas Christensen y Eric Garcia se han mostrado infalibles desde el eje de la defensa. Eden Hazard como falso 9, Vinícius Júnior y Rodrygo Goes poco han tenido que decir en una primera parte en la cual Marc-André Ter Stegen ha sido un espectador más, igual que Sergio Busquets, Ronald Araujo y Jordi Alba. Y antes del descanso, un rifirrafe clásico de un Clásico.
Más espectáculo, pero sin goles
La intensidad mostrada en el primer tiempo, sin embargo, no se ha escondido en la segunda parte a pesar de los cinco cambios culés y de los seis blancos. Frenkie de Jong ha vuelto a actuar como central igual que pasó contra el Inter Miami, Ousmane Dembélé ha jugado en el extremo derecho, Pierre-Emercik Aubameyang se ha situado en el sitio de delantero centro de Lewandowski, Franck Kessié ha sido interior y Alejandro Balde se ha ubicado en el lateral izquierdo.
La primera gran ocasión de la segunda mitad, aunque el dominio era nuevamente culé, ha sido del reciente entrado Marco Asensio. Y después del primer cuarto de hora de la segunda mitad, carrusel de cambios. Un movimiento más en el Real Madrid y se han marchado los seis jugadores del Barça que todavía quedaban de los titulares. Iñaki Peña, Gerard Piqué —muy pitado—, Sergiño Dest, Nico González, Sergi Roberto y Memphis Depay han entrado al campo.
También un festival de tarjetas, la tensión constante y un público excitado han marcado el segundo tiempo. Los dos conjuntos, sin embargo, no han querido bajar ni el ritmo ni el nivel. Más de media docena de ocasiones claras más para el Barça en los últimos veinte minutos, pero con un inmenso Courtois, y con Kessié demostrando constantemente su capacidad para llegar hasta el área final.
Al final, el marcador no se ha movido más a pesar de la superioridad culé y del exceso de protagonismo de un árbitro que se ha zampado dos penaltis favorables al conjunto blaugrana. El Barça ha sido mucho mejor y ha hecho evidente que tenía bastante más rodaje que el Real Madrid. El primer asalto en un Clásico en esta temporada, a pesar de que amistoso, acaba con victoria culé en Las Vegas.