Inesperadamente el Barça ha asaltado el Santiago Bernabéu y se ha llevado el primer round de las semifinales de la Copa del Rey contra el Real Madrid (0-1). Los blaugrana, defensivamente impecables, han sido tremendamente efectivos y han conseguido un gol rocambolesco —en propia portería de Éder Militão— en este Clásico lleno de bajas culés y en el cual el Barça más desnaturalizado ha jugado como suele hacerlo el Real Madrid.

El Barça aprovecha la oportunidad

Las obligaciones han aparecido en el feudo madridista. Xavi Hernández ha apostado por su mejor once teniendo en cuenta las múltiples bajas. Marcos Alonso ha entrado en el eje de la defensa, Alejandro Balde ha actuado en la banda izquierda y Ferran Torres ha sido el delantero referencia. Pero si la alineación parecía de circunstancias, se ha confirmado. El Real Madrid ha salido con toda la artillería y ha controlado cuando ha querido.

Ya en el primer minuto se ha visto a un Real Madrid muy directo y un primer aviso de Luka Modrić que medio Bernabéu ha cantado como gol. Un ritmo muy alto que beneficiaba a los locales, que además también tenían la posesión de su lado. Los blaugrana, indefensos, sin saber qué hacer con el balón y sufriendo en cada ataque del conjunto merengue. Y un gol de Karim Benzema en el minuto 12, pero en fuera de juego, ha acabado de asustar a los culés.

Vinícius Júnior centrando ante Ronald Araújo / Foto: EFE

El Barça se ha dedicado a defender, que esta temporada en la Liga parece que es lo que mejor sabe hacer. Vinícius Júnior ha sido muy incisivo, pero también muy bien controlado por un Ronald Araújo dominador de toda la banda derecha del Barça. Y cuando el Real Madrid superaba la telaraña culé, entonces aparecía un muy atento Ter Stegen. Y Jules Koundé, Marcos Alonso, Frenkie de Jong, Sergio Busquets y Franck Kessié, muy sacrificados en defensa.

La primera posesión larga del Barça ha llegado en el minuto 20, cuando el Real Madrid se ha cansado de atacar. Y este respiro ha dado alas a un Barça que ha apostado por el contragolpe y por la fortuna que pudieran tener Ferran Torres, Raphinha o Pablo Gavi. Pero ha sido Kessié quien se ha desmarcado en el minuto 26 y ha hecho un disparo que ha parado el portero Thibaut Courtois antes de que Militão se introdujera en su propia portería. Y después de la primera anulación del gol por fuera de juego, el VAR ha dicho que era legal.

El Barça no ha aprovechado su oportunidad. Desde el principio se sabía que no tendrían muchas, pero que no las podían dejar escapar. El Real Madrid ha seguido atacando, pero el duelo se ha revolucionado y también calentado. Algunas tarjetas amarillas, muchas protestas del público presente en el Bernabéu y descanso que era aire fresco para el equipo culé.

Los jugadores Barça celebrando el gol / Foto: EFE

Y aparece la mejor defensa del Barça

Araújo frustrando a Vinícius y las esperanzas del madridismo, y una defensa del Barça muy consistente. Pero cuando no era el uruguayo entonces aparecía Ter Stegen, cualquier otro de los defensas culés, los centrocampistas e, incluso, los delanteros. Concentración máxima de un Barça ultradefensivo y sacando agua constantemente, que cuándo quería atacar no tenía a nadie dispuesto a correr.

Y Carlo Ancelotti ha movido fichas y también lo ha hecho Xavi Hernández: Ansu Fati entra en el lugar de un agotado Raphinha. Busquets lo ha intentado de cabeza después de una falta lateral en la que ha sido la segunda ocasión culé del partido, que ha llegado en el minuto 70. Y justo después Kessié ha chutado a gol desde dentro del área blanca, pero Ansu Fati estaba justo en medio de la dirección del balón y ha evitado el segundo gol blaugrana sin querer.

Karim Benzema siendo defendido por Jules Koundé / Foto: EFE

Y el Real Madrid no ha conseguido el empate ni a la desesperada ni con la entrada del joven delantero uruguayo Álvaro Rodríguez, nacido en Palamós. El Barça ha dado entrada a Sergi Roberto, se ha mantenido firme en defensa y no ha podido aprovechar ningún ataque más. Y esta gran resistencia detrás ha sido suficiente para coger una ventaja totalmente inesperada en las semifinales de la Copa del Rey.