El Real Madrid ha alargado su idilio con la Champions League derrotando al Liverpool (0-1) en París para levantar la 14ª Copa de Europa. El gol de Vinícius y las paradas de Courtois han neutralizado a un Liverpool dominador pero impreciso cuando tenía que serlo.
Courtois salva al Madrid
La final ya ha sido polémica antes de su comienzo, cuando miles de aficionados del Liverpool, unos cuantos sin entrada, han saltado unas vallas de seguridad y han accedido al último filtro antes de entrar al campo. Todo eso ha retrasado el pitido inicial de Clément Turpin, que en lugar de hacerlo sonar con las señales horarias de las nueve, lo ha hecho 36 minutos más tarde.
Sea como sea, y cuando sea, el partido ha empezado y lo ha hecho con un guion muy similar a todas las eliminatorias anteriores del Real Madrid. Los blancos eran sometidos por un Liverpool que se sentía cómodo con la posesión, viviendo en campo contrario y generando ocasiones, y erigiendo a Courtois como el salvador, una vez más, de la fortaleza madridista.
Entre el minuto 16 y el 21, primero Salah, después Thiago, y finalmente Sadio Mané, han puesto a prueba al portero belga, que lo ha resuelto de forma impecable, y en la última, la de Mané, con la ayuda inestimable del palo. Courtois ha mantenido el empate, y aunque el dominio del Liverpool seguía siendo evidente, el Madrid no sufría tanto.
Gol anulado y polémico antes del descanso
Y cuando todo parecía destinado a ir al descanso sin nada más destacable, ha aparecido el Madrid. Y lo ha hecho como lo lleva haciendo durante toda la Champions. Con una combinación de suerte, errores rivales y de Benzema. Una jugada con varios rebotes dentro del área, y que ha acabado tocando en Alisson, Konaté y Fabinho, y también Fede Valverde, ha acabado en pies de Benzema que lo ha enviado al fondo de la red, pero la bandera del asistente se ha elevado marcando fuera de juego.
Después de una revisión de un par de minutos que han parecido dos horas, el equipo arbitral ha acabado confirmando que el gol no era válido, y con las pulsaciones a mil, el partido se ha marchado hacia vestuarios. En la reanudación, el ritmo seguía siendo alto, pero el Madrid se sentía más cómodo, sin sufrir tanto como en el primer periodo.
Vinícius deshace el empate
Y después de un par de llegadas de los ingleses, gol de Vinícius. El Madrid ha hecho de Madrid y ha vuelto a demostrar que no necesita casi nada para hacer un gol, en cualquier contexto posible. Una aventura aparentemente intranscendente de Fede Valverde por banda derecha, centro, o tiro mal ejecutado, raso y potente al segundo palo, donde el brasileño, ganando la espalda de un novel Alexander-Arnold, ha marcado a placer para desatar la euforia entre el madridismo.
Al Liverpool se le ha pasado por la cabeza los enfrentamientos del Madrid con PSG, Chelsea y Manchester City, cuando los blancos sobrevivieron después de ser netamente inferiores durante la mayoría del partido, y Klopp ha querido agitar a su equipo con cambios de nombres y de dibujo, despoblando el medio del campo y añadiendo atacantes.
Y las ha tenido. La más clara, una de Salah en el minuto 82, cuando en la única ocasión que el egipcio ha conseguido desbordar, sin embargo, Courtois, el mejor jugador del Madrid a la final, ha vuelto a sacar una mano milagrosa. El Liverpool ha seguido atacando a la desesperada, conscientes de que tenían que agotar todas las balas que les quedaran.
Pero todo lo que sobrevolaba o se acercaba al área de los blancos acababa a manos de un Courtois que, si ya de por sí es enorme, hoy ha parecido un gigante. El Liverpool se frustraba con cada centro impreciso, con cada ocasión desperdiciada y con cada cambio o pérdida de tiempo, hasta que Turpin ha dicho basta. Con el silbato final, el Real Madrid ha agrandado su leyenda europea con la 14.ª, cerrando una Champions donde ha tenido que superar a todos los grandes favoritos. El Madrid en la Champions parece imbatible, y una vez más, se ha empeñado en demostrarlo cuando parecía imposible.