El Real Madrid, a pesar de probarlo todo para tratar de igualar el Clásico, no fue capaz de contrarrestar el único gol del partido que hicieron entre Kessie y Militao. Los hombres de Carlo Anceloti se mostraron superiores durante varios tramos del partido, pero esta vez, la defensa de récord del Barça demostró porque puede presumir de estos datos en la Liga y trasladó su solidez a la Copa del Rey.
El duelo de la noche del pasado jueves se trataba del primer envite de las semifinales del torneo, mientras que la segunda entrega del penúltimo peldaño antes de la gran final del próximo 6 de mayo se celebrará el día 5 de abril a partir de las 22:00 horas. En ese entonces, el conjunto blanco tendrá que remontar el 0-1 que, de momento, le es adverso, pero lo tendrá que hacer sin olvidar una defensa que estará mucho más expuesta de cara al partido de vuelta en el Camp Nou.
Pedri, Lewandowski y Dembélé volverán a estar disponibles
El Barça fundamentó su triunfo a domicilio en la premisa que "una buena defensa es el mejor ataque". Tanto Ronald Araujo disfrazándose de anti-Vinícius como Jules Kounde y Marcos Alonso repartiéndose las vigilancias a Karim Benzema, el conjunto culé recuperó la sonrisa en un partido donde los augurios no le favorecían por las sensibles bajas que Xavi Hernández tenía en la gradería.
Pedri, su pieza más importante a la hora de absorber presiones y distribuir juego, Robert Lewandowski, su hombre gol y referencia ofensiva y Ousmane Dembélé, el factor determinante en el uno contra uno, permanecían fuera de combate por lesión. No obstante, los tres estarán de vuelta en el Camp Nou, donde el Real Madrid, si vuelve a dejar tantos espacios a la espalda de su medio del campo, estará muerto.
El marcador es muy corto y los hombres de Carlo Ancelotti están a tan solo un gol de volver a igualarlo, pero el partido de vuelta es una prueba envenenada para un equipo que puede, o darle la vuelta a la tortilla invocando su intangible de Champions League, o bien acabar de caer sentenciado ante la afición rival.
Florentino Pérez teme la debacle
La inoperancia ofensiva del Real Madrid el pasado jueves fue preocupante para Florentino Pérez. El equipo intimidó. Sobre todo por medio de Vinícius, pero completó los 97 minutos que Munuera Montero concedió sin disparar ninguna vez a portería. El equipo blanco quedó señalado en algunas demarcaciones y, si se confirma una debacle en el Camp Nou, Florentino se verá obligado a tomar decisiones precipitadas.