El Real Madrid, vencedor de las tres últimas ediciones de la Champions League, ha iniciado un nuevo camino en Europa con una exhibición de fuerza. También ha sido el mejor partido de Julen Lopetegui. Y para empezar derrota a uno de los semifinalistas de la pasada edición, la Roma (3-0).
El arranque del actual campeón no ha decepcionado. Una nueva era sin Cristiano Ronaldo ha nacido en un Santiago Bernabéu donde la Champions siempre tiene un sabor especial. Mientras el portugués se marchaba expulsado entre lágrimas de Mestalla, en su antigua casa sus excompañeros daban espectáculo con un juego unido en que han brillado muchos y demuestran que el Madrid también sabe pasárselo bien.
Su primer examen no era sencillo. Un semifinalista de la pasada edición como la Roma, todavía inmerso en un mar de dudas. Con un estilo por definir y sin confianza. Añorando las figuras de Nainggolan y Strootman en su medio del campo, donde tampoco ha ayudado a la baja de Pastore. A los italianos les ha quemado la pelota y no han encontrado salida a la presión madridista.
Los goles de Isco de falta, Bale y Mariano han acabado de dejar los primeros tres puntos en Madrid. El madridismo se ha divertido tanto como sus jugadores y con Keylor Navas como portero titular.