El Real Madrid saca un muy buen empate del campo del Bayern de Múnich (2-2) y manda la eliminatoria con todo por decidir en el Santiago Bernabéu. El conjunto blanco ha sabido resistir en el primer envite de estas semifinales y se plantará en la vuelta con el factor campo a favor, sabiendo lo que eso significa cuándo se trata del tándem Champions League y Bernabéu.
El Real Madrid se marca un Real Madrid
Sacar un buen resultado este martes del Allianz Arena era medio billete para Wembley para el Real Madrid. Con todos los respetos para el Bayern de Múnich, la llama del idilio del conjunto merengue con esta competición parece haberse desatado después de sobrevivir al asedio de Manchester.
No obstante, este primer envite de las semifinales, al menos durante sus primeros 20 minutos, sería un auténtico monólogo bávaro. El Bayern encontraría muchas facilidades para combinar incluso en tres cuartos, pero Rüdiger y Nacho, que tenían muy claro en todo momento que lo que tenían que defender era el área, ordenarían el bloque en un equipo muy estrecho y corto. En la única que sufriría de lo lindo el Real Madrid sería en una internada de Leroy Sané, activado por una grande dejada de Kane. El extremo alemán, hoy jugando a pierna natural, estrellaría su remate franco contra el pie de Lunin, despertando el terrible enfado de un Thomas Tuchel que conoce perfectamente al equipo a quien se enfrentaba.
El técnico teutón, en la previa del partido, explicaba que "si miras sus goles u ocasiones, 10 segundos antes no los ves venir". Sabía que si su equipo perdonaba, lo acabaría pagando. El Real Madrid, con el paso de los minutos, empezaría a respirar con balón ante la tregua en la intensidad de los alemanes. En una de estas posesiones, Toni Kroos enhebraría la aguja con un pase magistral a Vinicius para que el brasileño marcara al más puro estilo Real Madrid. Vini viniendo a recibir, ha sacado de zona a Kim Min-jae, trazando el desmarque a la espalda del coreano para aprovechar el espacio y resolver a la perfección. Era el primer disparo a puerta de los merengues, pero suficientes intentos como para desestabilizar la eliminatoria ante la incredulidad local.
Musiala y Sané, dos cuchillos cuando se han puesto a pierna cambiada
El gol del Real Madrid ha sido un golpe muy bajo para un Bayern que ha caído en intensidad y en ideas hasta el descanso. No obstante, el paso por vestuarios ha renovado las energías de los de Tuchel, siendo una de las claves su juego por fuera. En la primera mitad, Sané y Musiala han jugado a pierna natural. En la segunda, el '42' y el '10' se han cambiado de banda, siendo este movimiento táctico tremendamente trascendental en los minutos que inmediatamente seguían a la reanudación.
En el 53', la primera diagonal de Leroy Sané se convertiría en el gol del empate tras un auténtica zambombazo del extremo al palo corto de Lunin. Imparable. En el 57', turno de Musiala: slalom, penalti y gol de Harry Kane. En cuestión de 4 minutos, el Bayern le ha dado la vuelta al marcador, dinamitando la eliminatoria y reavivando al Allianz Arena.
El Real Madrid lo equilibra todo desde los once metros
El Bayern, pensando que tenía la sartén cogida por el mango, ha empezado a gestionar la posesión sin renunciar al ataque. De hecho, las ha tenido para ampliar el marcador, pero ha vuelto a ser la imprevisibilidad de Vinicius la que le ha acabado haciendo un lío. El brasileño, con una gran jugada individual en la frontal del área rival, ha dejado a Rodrygo en una posición propicia para el gol, pero ha sido Kim Min-jae quien ha evitado el remate del brasileño, pero cometiendo penalti.
Vinicius, quién sino, lo ha transformado, consiguiendo para el Real Madrid un empate que vale oro. El Bayern, por ocasiones y por sensación de peligro, ha merecido más, pero no ha demostrado más que el Real Madrid, que hace los deberes y manda la eliminatoria con todo por resolverse en el Coliseo de San Martín.