El Real Madrid se remite a la mística del Santiago Bernabéu para dejar al Bayern de Múnic sin final de Champions League (2-1). Aunque el conjunto blanco llegaría al 88' 0-1 por debajo en el electrónico, la entrada de un Joselu iluminado por el destino le daría la vuelta al marcador con el empate en el 88' y el gol de la remontada en el 90+2'.
Neuer y el palo amargan la fiesta del Real Madrid
Si bien en Múnich el Bayern mereció más por el ímpetu y la calidad de sus ocasiones, sobre todo durante los primeros 20 minutos, la situación se invertiría en el arranque del partido en el Bernabéu. Con el aliento de todo el feudo blanco alentando al Real Madrid, los de Carlo Ancelotti entrarían al partido con un ritmo endiablado.
Manuel Neuer, ya desde un buen inicio, se erigiría en un auténtico escudo con el que con los locales tropezarían una y otra vez cuando el Bayern se tenía que remitir a su baza de mayor emergencia. En este sentido, también como en el Allianz Arena, el hombre más activo del conjunto blanco sería un Vinicius Júnior que haría sufrir de lo lindo a Joshua Kimmich en defensa.
Con balón, el alemán aporta mucha capacidad de distribución desde el carril derecho, pero la misión de defender al '7' del Real Madrid le ha quedado holgadamente grande. Por la banda izquierda del Real Madrid llegarían todos los dolores de cabeza del Bayern, pero ni el propio Vinicius, ni Rodrygo acertarían en el remate final. El que más cerca se quedaría del gol sería el '7', pero su remate final se estrellaría en el palo (13') y al disparo del '11' en el rebote le faltaría contundencia para superar a un Neuer realmente inspirado.
Davies entra para revolucionar el partido
Ya en la reanudación, el Real Madrid calcaría el inicio de la primera mitad. El combinado merengue embotellaría en su tercio de campo a los alemanes. El Bayern achicaba agua para evitar que se hundiera el barco, y para acabar colmo, los de Thomas Tuchel perdían a Serge Gnabry por lesión a los 30 segundos de segunda mitad. En su lugar, sin embargo, entraría un Alphonso Davies que se situaría como extremo izquierdo, por delante de Mazraoui.
El canadiense, al contragolpe, dejaría claro que sería un arma prácticamente incontrolable para la defensa local. Lo demostraría en una ocasión nada más empezar la segunda parte (47') quedándose a centímetros del gol y no perdonaría en el segundo intento. Esta vez con pierna derecha, la menos hábil, el ex del Vancouver Whitecaps engancharía un misil imposible para un Lunin que también había estado impecable hasta el momento.
Joselu graba en piedra su nombre en la historia del Real Madrid
El partido llegaba a su tramo final con 0-1 en el marcador, pero es entonces cuando, en el Bernabéu, y más en Champions, las piernas empiezan a pesar y el tiempo a ralentizarse para los forasteros. En este contexto, con un Joselu que acababa de entrar porque el partido reclamaba a gritos un '9' para el Real Madrid, los locales han podido plasmar en el marcador aquella magia que saben existente, pero que no tienen claro cuando transcenderá entre los mortales.
En el 88', Joselu penalizaría el único error de Neuer en todo el partido. Y en el 90+2' mandaría al fondo de la red el centro de un Rüdiger que alguien, por algún motivo, había ubicado en posiciones de extremo izquierdo.
El Real Madrid llega a Wembley con polémica
La noche del 8 de mayo, una más, volverá a aparecer en los libros de historia de este club, pero no sin una polémica justificada. En el 90+15', con el partido agonizando y el milagro ya prácticamente consagrado, el Bayern colgaba el balón al área y Marciniak señalaría fuera de juego. Lo era de Matthijs de Ligt, pero no de un Mazraoui que no lo estaba y que era quien tocaba de cabeza para habilitar al neerlandés. La jugada acabaría en el gol del empate, pero la acción quedaría fuera de cualquier validez, incluso de cualquier posible revisión, porque el árbitro de campo ya habría silbado fuera de juego.
Así pues, el Real Madrid llega a Wembley no sin polémica y se cita con un Borussia Dortmund que conquistó París este martes.