El Real Madrid supera a un inofensivo Pachuca (3-0) y se proclama ganador de la Copa Intercontinental. Los goles de Mbappé, Rodrygo y Vinicius, de penalti, confirman el idilio de los blancos en las finales europeas, donde no pierden desde agosto de 2018. Desde entonces, cien por cien de éxito blanco. El estadio donde Argentina se coronó campeona del mundo justo hoy hace 2 años, era el escenario de este nuevo formato que sustituye el renovado y veraniego Mundial de Clubes.
La voluntad de Pachuca se transforma en gol de Mbappé
Se enfrentaban el campeón de la Champions League y el vencedor de la Copa de Campeones de la CONCACAF. A pesar de la aparente diferencia de nivel, arrancaba el partido con unos primeros minutos de una sorprendente igualdad. En un Madrid donde devolvían a la titularidad la temible dupla de Vinicius y Mbappé, se mostraban incapaces de generar peligro ni de tan solo acercarse al área rival. De hecho, las primeras llegadas peligrosas venían de las botas de los mexicanos a través de un tiro lejano de Luis Rodríguez que se marchaba rozando el palo y un posterior centro-disparo de Idrissi.
Los de Carlo Ancelotti, de menos a más, no hacían funcionar las máquinas y probaban el primer tiro en el 22' que acababa en córner. Este tímido intento no atemorizaba las intenciones del conjunto entrenado por Guillermo Almada que volvía a sacar la cabeza con un disparo de Salomón Rondón. El ex de la Málaga o Everton probaba suerte, sin dificultades para Courtois. No llevaba ni un solo tiro a portería al Madrid, hasta que en el minuto 36, en una rápida combinación entre los atacantes madridistas acababa con un pase filtrado al espacio de Bellingham a Vinicius para que el brasileño cediera a Mbappé y adelantara al vigente campeón de la Champions League en la final. Después del gol, se animaban con una ocasión de Fede Valverde que no era el 2-0 por bien poco. Buscaban el gol de la tranquilidad antes del descanso, pero finalmente no llegaba.
Rodrygo sentencia la final después de un golazo
Los mexicanos no le perdían la cara a la final después de la salida de los vestuarios y, lejos de encerrarse en campo propio, pisaban y mucho el área de Rüdiger y Tchouameni. Así y todo, una maravillosa jugada del '11' que recortaba hasta tres rivales para generar un disparo con rosca precioso imparable a la escuadra de la portería de Moreno. 2-0 y a los blancos se les ponía muy de cara la consecución de la novena Copa Intercontinental (8, con el antiguo formato y la primera con el nuevo cuadro de competición).
En un público dormido y artificial, impropio del escenario de una final, Pachuca, sin nada que perder, se lanzaba con todo en busca del milagro. Rondón, con un lanzamiento de falta directa, y minutos después, con un remate de cabeza hacía poner el miedo en el cuerpo a los madridistas que, sin hacer a un partido ni mucho menos brillante, sellaba la victoria en el 84' con un gol del extremo brasileño desde los 11 metros. Después de recoger el premio en el The Best de la FIFA, lo celebraba el '7' con un gol y un electrónico que ya no se movería al marcador, a pesar de un gol anulado de Pachuca por un claro fuera de juego.