El Real Madrid no quiere descolgarse de la lucha por la Liga. Si ayer el Barça sumó una victoria de campeón bajando al barro contra el Leganés, hoy el Real Madrid ha tenido que emular su máximo rival y tirar de oficio para batir al Alavés (0-1) y mantenerse en cuatro puntos del liderato. En un partido marcado por las expulsiones de Mbappé en el primer acto y de Manu Sánchez en el segundo, un solitario gol de Camavinga cuando el partido todavía estaba 11 contra 11 ha regalado tres puntos vitales al conjunto de Ancelotti, centrado desde ahora mismo al intentar obrar el milagro de la remontada contra el Arsenal el próximo miércoles en la Champions League.
Camavinga se rebela, pero Mbappé cortocircuita
Aunque gran parte de la atención de los últimos días ha estado centrada en el duelo de vuelta de cuartos de final de Champions League que disputará el próximo miércoles contra el Arsenal, el Real Madrid tenía antes un duelo trascendental ante el Alavés, un equipo que llegaba con el agua al cuello y que en su casa prometía ofrecer batalla. Y así ha estado desde los primeros minutos. El equipo local ha sido un verdadero dolor de muelas para el Real Madrid, perdido sobre todo con la pelota en los pies, sin ideas.

Así y todo, las ocasiones más importantes han caído de parte del Real Madrid. El primer aviso ha llegado a través de la cabeza de Asencio. El central madrileño ha enviado la pelota al fondo de la red de Owono a la salida de un córner ejecutado al segundo palo, pero la jugada ha sido invalidado por una falta clara de Antonio Rüdiger sobre el portero de Guinea Ecuatorial. Esta diana anulada ha sido la antesala del gol de Eduardo Camavinga, este sí, legal. El mediocampista francés ha adelantado a los blancos con un preciso chute desde la frontal del área (0-1, min. 19).
Ahora bien, la diana de Camavinga no ha aportado calma al Real Madrid. Todo al contrario, el Alavés seguía presionando constantemente, poniendo en problemas el conjunto dirigido por Carlo Ancelotti, hoy ausente en el banquillo por acumulación de tarjetas. Y en este frenetismo, Mbappé ha estallado. El delantero galo, que anteriormente había tenido alguna disputa con Mouriño, ha acabado expulsado después de una entrada criminal sobre la rodilla de Antonio Blanco. La roja, clarísima, dejaba una segunda parte abierta, con el equipo de Vitoria con muchas opciones de empatar.

Manu Sánchez iguala las fuerzas con otra entrada criminal
Después del paso por los vestuarios, con un jugador menos, el Real Madrid ha optado por adoptar una actitud reactiva. Con la defensa bien cerca de su portería, el combinado blanco se ha dedicado exclusivamente a intentar frenar el ímpetu del Alavés. Y el plan blanco ha funcionado muy bien, ya que Courtois no ha sufrido en exceso. Solo un remate de cabeza de Kike Garcia ha inquietado ligeramente al portero belga, que ha resuelto la situación con una buena parada.
El partido ha adelantado sin demasiada acción hasta que Manu Sánchez ha protagonizado una entrada parecida a la de Mbappé del primer acto que ha acabado igual, con Soto Grado expulsándolo después de revisar la jugada en el VAR. Con 10 contra 10, el Real Madrid ha empezado a sumar posesiones largas para dormir el partido. Y sin sufrir ningún susto, ha acabado sumando una victoria de méritos que ofrece más emoción a la Liga. Eso sí, el Barça acabará la jornada de nuevo líder, con cuatro puntos de ventaja.