La Fórmula 1 ha entrado en la silly season antes de lo esperado. Apenas llevamos tres carreras del campeonato de 2024 y ya se está hablando de fichajes y traspasos. La realidad es que hasta 13 pilotos terminarán contrato a final de temporada y la urgencia por hacerse con los asientos de Red Bull y Mercedes (los dos monoplazas más cotizados de la parrilla) ha hecho que las reuniones entre pilotos y jefes de equipo en el paddock sea algo más que frecuente.
Dos de los pilotos que terminarán contrato serán Fernando Alonso y Carlos Sainz. La más que sorprendente llegada de Lewis Hamilton a Maranello le ha cerrado las puertas de la fábrica italiana a un Sainz que, de momento, se muestra más rápido que su compañero Charles Leclerc con el nuevo monoplaza. Por su parte, Fernando Alonso tiene la opción de renovar con Aston Martin, pero espera una llamada de Red Bull que, a día de hoy, se plantea más que complicada.
Fernando Alonso es un deseo de Christian Horner, pero no tiene apoyos en Red Bull
No es un secreto que Christian Horner quiere a Fernando Alonso para pilotar su monoplaza. De hecho, ya trató de ficharlo en varias ocasiones del pasado y ahora volvería a estar interesado en el piloto asturiano. Sin embargo, el mayor inconveniente vendría desde dentro del propio equipo: los Verstappen no lo quieren ver vestido con el mono de la escudería austríaca.
Primero fue Jos Verstappen, padre del actual campeón del mundo, quien expresó públicamente su rechazo a la llegada del español a Red Bull. La ambición de Fernando a sus 42 años sigue siendo la misma que cuando empezó en la competición y considera que eso puede ser un gran inconveniente, ya que fracturaría al equipo por dentro. Ahora, el propio Max Verstappen también se une a su padre y, tras conocer las palabras de algunos excompañeros del asturiano, no querría a Alonso en el equipo.
Max Verstappen prefiere a Carlos Sainz como compañero
Sin embargo, el piloto neerlandés se muestra mucho más optimista con la incorporación del madrileño. En esa dirección precisamente se expresó el propio Horner tras el Gran Premio de Australia: "Carlos es definitivamente un piloto que nos gusta mucho. Ha demostrado su habilidad en diferentes equipos y siempre está en nuestro radar". Y es que después de la victoria de Sainz en el tercer GP del calendario, las tornas habrían cambiado: la llamada que espera Alonso se complica y está más cercana de hacerse sonar en el teléfono de Carlos.
A falta de ver cómo avanza el calendario, la realidad es que la vuelta del piloto madrileño a la que fue su casa entre 2015 y 2017 (fue piloto de Toro Rosso, equipo satélite de Red Bull) está más cerca que la incorporación de Fernando Alonso. La guerra de egos sería un problema y Max Verstappen no está dispuesto a dejar de ser el líder de su equipo. Habrá que ver cómo acaba todo y si, finalmente, Carlos Sainz vuelve a la familia austríaca.