7,5 kilómetros. Esta es la distancia que separa el Parque de los Príncipes, el histórico estadio del Paris Saint-Germain, del coqueto Estadio Sébastien-Charléty, la casa del París FC, un club modesto que no guarda simpatías con el gigante PSG, al que solo se ha enfrentado en 2 ocasiones, en el campeonato 78/79. Y es que no es casualidad que el escudo de ambos clubes sea muy parecido, con la Torre Eiffel como emblema. Ambos fueron el mismo club, entre 1970 y 1972, momento en el que se escindieron. Y hasta hoy.
Lo curioso que es en un país tan centralizado como Francia, el gran dominante hasta la entrada de Qatar en el PSG nunca fue un equipo de París. Saint-Étienne, Girondins de Burdeos, Olympique de Marsella y Oympique de Lyon tuvieron sus etapas de gloria. En los 90, Canal + intentó relanzar al PSG, con un éxito relativo, hasta la llegada de los millones infinitos de Qatar, que se han traducido en 10 de las últimas 13 ligas, un dominio aplastante que parece imposible de contrarrestar.
Red Bull, a dar alas al París FC
Todo puede cambiar, sin embargo, en un futuro no muy lejano, por la entrada en la ecuación de Red Bull. La gigantesca empresa austriaca de bebidas energéticas lleva muchísimos años invirtiendo en deporte, tantos de masas como extremos, desde la Fórmula 1 hasta el vuelo sin motor. Y el fútbol se ha convertido en una piedra angular. Primero fue el Red Bull Salzurg y después el Red Bull Nueva York, para después doblar la apuesta con el Red Bull Leipzig, un equipo que en el 2009 empezó en las categorías regionales de Alemania y que en el 2016 ya estaba en la Bundesliga, para terminar en la 2ª posición y clasificarse para la Champions League.
Y el siguiente paso de Red Bull es Francia y su aterrizaje será, nada más y nada menos, que en París, en el Estadio Sébastien-Charléty, a 7,5 kilómetros del Parque de los Príncipes. La empresa austriaca ha entrado con fuerza en el accionariado del París FC, al que pretende ascender lo más alto posible. A diferente del Leipzig, el club parisino está en la Ligue 2, de la que es el líder, por lo que su llegada a la élite tiene todos los números de ser mucho más rápida. Además, la inyección económica será importante.
Louis Vuitton, Dior, Möet... el lujo llega al París FC
Y es que el proyecto no es como para cogérselo a broma. Detrás del París FC, además de Red Bull, está la familia Arnault, la más rica de Francia y una de las mayores fortunas del mundo, gracias a su control del imperio del lujo LVMH, que controla marcas como Louis Vuitton, Dior, Möet, TAG Heuer o Tiffany&Co. El encargado de dirigir el proyecto será Antoine Arnault, uno de los hijos del patriarca Bernard Arnault, bajo el paraguas de Financiere Agache, que gestiona los intereses de la familia fuera de LVHM. "Creemos que hay sitio para otro club en París que tenga otra filosofía", ha afirmado el nuevo presidente, en clara referencia al PSG.
El plan está claro. Agache se encargará de la gestión económica y Red Bull de la deportiva. "Agache pretende aportar al club su visión empresarial y todo su saber hacer en materia de desarrollo económico e influencia de marca a largo plazo. Red Bull se implicará principalmente en la dimensión deportiva en un papel de asesor, ya se trate de reforzar la detección de jóvenes talentos capaces de incorporarse al centro de formación o de captar los mejores perfiles capaces de impulsar la competitividad de los primeros equipos masculino y femenino".
Jürgen Klopp, figura clave
Una de las figuras importantes del proyecto será Jürgen Klopp, que tras dejar el Liverpool fichó por Red Bull, como Director de Operaciones de Fútbol. El alemán tendrá un papel protagonista en el París FC, junto al exdelantero Mario Gómez, los primeros cromos de un proyecto que apunta alto.
A todo ello se añade el carácter popular del club que, por ejemplo, no cobra entrada para entrar en el estadio. Arnault ya ha dejado caer que esta situación cambiará si el equipo asciende a la Ligue 1, aunque una parte del aforo tendrá precios populares.