Fernando Alonso está viviendo una segunda juventud en la Fórmula 1. El piloto asturiano está pasando por una de sus mejores etapas al volante de un monoplaza, a excepción de aquellas dos temporadas en Renault que le permitieron ser bicampeón del mundo. Ahora, tras abandonar Alpine para recalar en Aston Martin, en una decisión que sorprendió a todo el mundo, pero que, sin lugar a dudas, ha sido acertada, el ovetense sigue demostrando que es como el buen vino, mejora con los años.
Sin embargo, no todo ha sido un camino de rosas para Fernando Alonso. Es un piloto de extremos, o lo quieres o lo odias. Y ha sido muy criticado tanto por compañeros de profesión como por algunos analistas y expertos en el mundo de la Fórmula 1. Pero no se puede juzgar sin conocer la historia. A día de hoy, el Nano es feliz, pero padeció una depresión en 2018, que a punto estuvo de dejarnos sin el mejor piloto español de todos los tiempos.
Kevin Magnussen faltó al respeto a Fernando Alonso
Fernando Alonso reconoció que estuvo cerca de retirarse en 2018. "Estaba en horas bajas, y yo no quería eso porque mi rendimiento, mi competitividad, eran tan altos como siempre por entonces, pero la gente no lo veía", admitió un Alonso frustrado por su mala temporada en McLaren, cuando terminó undécimo en el mundial.
Por aquel entonces, atravesó una depresión que supuso que abandonara temporalmente la Fórmula 1. Aquella temporada fue para el olvido, además, se las tuvo tiesas con algún piloto de la parrilla, que le faltaron al respeto como Kevin Magnussen, actualmente piloto de Haas.
El danés llegó a decir que "Fernando Alonso se cree Dios. Estoy deseando que se retire", unas declaraciones que llegaron en el peor momento para el asturiano y que hicieron mucho daño. Desde entonces, la relación entre ambos es inexistente y ni siquiera se hablan. Y es que antes de hablar hay que pensar lo que decimos, porque hay palabras que duelen más que cualquier golpe.
Fernando Alonso volvió más fuerte
Por suerte, para los amantes de la Fórmula 1, Fernando volvió a recuperar el amor por el mundo del motor, primero en las 24 horas de Le Mans, donde ganó 2 veces, o en el Rally Dakar, para, finalmente, volver a la parrilla de la F1 y volver a subirse a un monoplaza.
Ahora está viviendo uno de sus mejores momentos con el AMR23, "Estoy demostrando que sigo siendo rápido, tenga la edad que tenga, eso forma parte de la historia del regreso. Ganar el Gran Premio número 33 o luchar por un campeonato añadiría aún más dramatismo a la historia", dijo un ilusionado Alonso, que no duda de sus opciones de poder ganar el Gran Premio de Mónaco.
Y es que como el ave fénix ha resurgido de sus cenizas mucho más fuerte. El asturiano, que a punto estuvo de dejar su carrera por una depresión, ha vuelto para competir por su tercer campeonato y no duda en elucubrar sobre ello: "Si gano otro campeonato, tras todos estos años desde el anterior, sería algo sin precedentes, esa distancia entre dos campeonatos. Ese es mi objetivo en este momento. O el legado que quiero dejar en este deporte, de alguien que lo ama tanto como para seguir corriendo durante muchos años, manteniendo el nivel lo más alto posible. Eso demostraría algo, algo que formaba parte de mi regreso a la Fórmula 1", reconoció.
La velocidad, el instinto y las cualidades del piloto de 41 años siguen intactas pese a su edad y ya va con el cuchillo entre los dientes para volver a subirse en lo más alto del podio. Después de 4 terceras posiciones quieren más, y la 33, está más cerca que nunca.