El Lleida tiene por delante noventa minutos para remontar la final del play-off de ascenso a Segunda División. El gol de Diego González, central del filial de la Sevilla, obliga a los ilerdenses a darle la vuelta a la eliminatoria (11:00h).
La remontada es perfectamente factible después de ver cómo fue el partido en el Camp d'Esports. El Lleida tuvo diferentes ocasiones claras de gol y no mereció perder. El Sevilla Atlético, sin embargo, también justificó el porque ha llegado hasta tan lejos en el play-off.
Dos estilos diferentes de dos equipos muy competitivos. La juventud y la falta de experiencia de los andaluces en este tipo de partidos puede ser un punto a favor de un Lleida que ya ha demostrado durante toda la temporada que es capaz de superar un reto de estas características.
"Queremos ser de Segunda"
El entrenador del Lleida Imanol Idiakez se ha mostrado confiado para conseguir una remontada en que esconde el premio del ascenso. "Estamos ante el gran reto y viajamos convencidos de que lo superaremos. El equipo se dejará hasta el último aliento porque queremos ser de Segunda A", ha asegurado el técnico durante la previa del partido.
Las consignas son claras y meridianas. Si el Lleida marca dos goles y no encaja ninguno será automáticamente equipo de la Segunda División. Idiakez ha indicado que los futbolistas tienen muy claro qué tienen que hacer y cómo tienen que jugar: "Afrontamos el partido motivados y mentalizados. Sabemos lo que tenemos que hacer pero habrá que gestionar bien el tiempo y los momentos del partido".
Concentrados en Sevilla desde el jueves
Para Idiakez es clave adaptarse al clima de Sevilla poniendo de manifiesto la importancia de la hidratación y la alimentación para combatir el calor. El técnico vasco quiere que sus jugadores lleguen "en plenas condiciones físicas en los últimos minutos" porque es donde "se decidirá la eliminatoria". Por eso, el Lleida viajó hacia Andalucía el pasado jueves con tres días de margen para entrenarse y poder preparar el partido con tranquilidad.
El equipo no estará solo en el Viejo Nervión, estadio donde juega sus partidos el filial sevillista. Las entradas ya se han agotado y 470 seguidores viajarán desde Lleida para apoyar a los jugadores y dar la última empuje para conseguir el ascenso. Un ascenso que le devolvería al equipo parte de la historia que ha ido perdiendo por el camino.