El Manchester City de Pep Guardiola ha protagonizado una remontada para la historia contra el Aston Villa (3-2) para ganar la Premier League en una tarde extraña, inverosímil y emocionante donde el Liverpool ha remontado en el tramo final contra los Wolves (3-1) pero sin trascendencia en el resultado final del campeonato.
La lucha por el título de campeón de Inglaterra se disputaba simultáneamente en dos campos. Los seguidores citizen llegaban al Etihad Stadium de Manchester conscientes de que si su equipo hacía el trabajo, acabarían celebrando la octava liga de su historia, mientras que los seguidores red llenaban Anfield, el campo del Liverpool, con la sensación de que sería complicado que el equipo de Guardiola se dejara algún punto, ya que esta era la única manera para acabar ganando la competición doméstica inglesa por vigésima vez.
Primeras partes con guiones inesperados
La Premier League es una competición mágica por muchas cosas, y la tarde del domingo 22 de mayo ha sido una muestra perfecta. Cuando todos los ojos estaban puestos en Manchester, en Liverpool empezaba a animarse la jornada con un gol de Pedro Neto, de los Wolves, que dejaba el campeonato en bandeja de plata para los de Pep Guardiola. Pero la reacción del Liverpool no se hacía esperar demasiado y en el minuto 24 Sadio Mané empataba el partido para dejarlo todo igual pero con los nervios multiplicándose de forma exponencial por todos lados.
El empate del Liverpool ha llegado a los teléfonos, radios y a los corazones de los seguidores del Manchester City que veían como su equipo no podía abrir la lata, lo que dejaba el Liverpool a un gol del título. Pero no sólo los Gabriel Jesús, De Bruyne, Foden o Mahrez veían imposible batirael sueco Robin Olsen, sino que era Aston Villa quien dinamitaba la Premier poco antes del descanso.
El lateral Matty Cash marcaba el 0-1 de los de Birmingham en territorio City para enviar el partido a la media parte con la obligación para Pep Guardiola de remontar el duelo contra un equipo sin nada en juego pero con una leyenda del Liverpool como Steven Gerrard en el banquillo que quería hacer un favor a los suyos.
Coutinho hunde a Guardiola con el 0-2
Después de 45 minutos, Manchester City 0-1 Aston Villa y Liverpool 1-1 Wolves, unos marcadores que seguían manteniendo a los de Manchester como campeones por la diferencia de goles generales. Pero todo el mundo tenía la sensación de que el Liverpool acabaría ganando, lo que obligaría al City a remontar para no vivir una tarde de frustración absoluta.
El vendaval del Manchester City en los primeros minutos de la reanudación no servía para empatar, y, de hecho, a punto ha estado Watkins de marcar el 0-2 para hundir definitivamente el Etihad. Las caras de los aficionados hacían recordar el 13 de mayo de 2012, cuándo una remontada épica con gol de Agüero en el descuento evitó que el City perdiera una liga que tenía ganada.
En Liverpool, un gol anulado a Mané ha estado a punto de teñir a la Premier de rojo, pero pasaban los minutos y ni Liverpool ni City eran capaces de ganar sus partidos. Todo el mundo esperaba, en algún momento, el empate del City, pero por si el Liverpool necesitaba un favor más, otro de sus ídolos, Philippe Coutinho, ahora en el Aston Villa, ha aprovechado un error fruto de los nervios, para marcar el 0-2 y asestar un golpe durísimo a Pep Guardiola.
Remontada épica y de campeón
A 20 minutos para el final, Guardiola sólo podía esperar una remontada épica de los suyos o que el Liverpool siguiera sin ganar para salir campeón. Y, por descontado, el City ha aparecido. Lo ha hecho con Gündogan, que ha rematado al fondo de la red un gran centro de Raheem Sterling. Minuto 75: City 1-2 Aston Villa y Liverpool 1-1 Wolves.
Y el City ha querido replicar aquella tarde mágica de 2012 y sólo dos minutos después, el español Rodri hacía un golazo para hacer subir el 2-2. El City seguía temiendo que el Liverpool acabara ganando y ha buscado a la desesperada el tercer gol, el de la remontada definitiva, y el del título.
Y ha llegado. El mejor jugador de esta Premier, Kevin De Bruyne. no podía permitirse no levantar el trofeo, y una jugada del belga la ha convertido Gundogan en el 3-2 para desatar una euforia más que justificada. El Liverpool, por su parte, también remontaba (3-1) y obligaba el City a mantener los tres puntos para salir campeón.
Y lo ha hecho. Los skyblue han podido aguantar el marcador con el portero Ederson lesionado y Pep Guardiola, después de respirar aliviado, ha podido celebrar otra liga, la décima, y la cuarta en el fútbol inglés.