El Barça, en el último verano, tuvo una larga lista de jugadores sobre la mesa que pudieron llegar a enfundarse la camiseta blaugrana pero que acabaron no haciéndolo. Mateu Alemany tuvo la complicada tarea de llevar a cabo una profunda reconstrucción después de una temporada muy mala a nivel de resultados pero también de sensaciones. Es por ello que se sopesaron una infinidad de futbolistas que, por unos motivos o por otros, no son jugadores del FC Barcelona. Uno de los muchísimos ejemplos de ello es el centrocampista Carlos Soler.
El PSG se quedó a Carlos Soler a precio de saldo
Mateu Alemany lo conoce y bien, pues ambos coincidieron en el Valencia, y era un perfil que encajaba mucho en la idea de Xavi Hernández. Mucha movilidad, capacidad de asociación y un físico que le permite desplegarse con facilidad hasta llegar al área contraria, además de un excelso golpeo lejano, y desde el punto de penalti, una faceta en la que es un especialista. Sus virtudes son conocidas por toda Europa, y no solo en España, pues Soler hizo las maletas y dejó el club de su vida por el PSG.
La idea del Barça era esperar hasta el verano de 2023, cuando acababa su contrato con el Valencia, para poder incorporarlo como agente libre y no tener que pagar un traspaso por él, que ya había hecho saber que se quería ir del equipo che. Sabiendo eso, el PSG quiso adelantarse a todos y lo fichó por 18 millones de euros cuando su valor de mercado estaba en 50. Una ganga. Es cierto que en París le está costando hacerse un hueco, pues aunque ha jugado en un total de 12 partidos hasta llegar al parón por el Mundial, solo en cinco ha sido titular, y no ha jugado los 90 minutos en ninguno de ellos.
Con España, volvió a demostrar todas sus virtudes
Eso no le ha importado a Luis Enrique para seguir confiando en él, como demuestra siempre. Lo cierto es que, como muchos de sus compañeros, Soler no necesita ser titular en su equipo para jugar a un gran nivel en La Roja, y en el debut mundialista de los españoles lo volvió a demostrar. En la goleada contra Costa Rica, saltó al partido en el minuto 57 cuando el marcador ya era de 4-0, pero su buena media hora de juego tuvo la recompensa final del gol, que encontró en el minuto 90.
En él, demostró otra de sus grandes virtudes, la llegada desde segunda línea y el olfato de gol. Un olfato que no tuvo Mateu Alemany en verano, porque 18 millones de euros por él habría sido una gran inversión. En cambio, se decidió apostar por Kessie, que llegó gratis y apenas está contando para Xavi Hernández.