Nadie quiere dar su brazo a torcer. Leo Messi quiere marcharse del Barça, si puede ser con la cláusula liberadora, y Josep Maria Bartomeu quiere los 700 millones de euros de su cláusula de rescisión. Ni la una ni la otra serán la solución definitiva —si no hay alguna sorpresa—, y en el caso que el argentino deje el club blaugrana, será en forma de traspaso.
El Manchester City, su principal destino, ya habría hecho una jugosa oferta al Barça, pero todavía no hay nada cerrado. Y sólo hay una solución que contemplan todas las partes, según apunta el diario argentino La Nación: la rescisión consensuada. Tal como dice el nombre, sería rescindir el contrato todavía vigente pero sin abonar el precio de la cláusula de rescisión.
Sería una solución intermedia entre todos los polos de la negociación. Messi se podría marchar a otro club y seguir con la ilusión de ganar títulos; el club comprador no tendría que abonar los 700 millones para fichar al argentino, y el Barça podría sacar partido de la marcha de Messi, cobrando traspaso y llevándose posiblemente jugadores hacia el Camp Nou.