El fútbol catalán no vive su mejor momento. Mientras el Barça brilla y el Espanyol y el Girona demuestran que son equipos de Primera, en la Segunda División las cosas son bien diferentes.
Nàstic y Reus, Reus y Nàstic. Dos clubes que solían compartir una rivalidad histórica ahora están a punto de dejar la categoría de plata huérfana de equipos del país. Con el Reus sentenciado en los despachos, sólo un milagro en Tarragona o un ascenso del Cornellà o el Lleida podrían evitar la tragedia.
El Reus, defenestrado
Sus jugadores cumplieron, pero el club no. El pasado mes de enero se certificó el descenso administrativo del Reus, después de que la entidad del Baix Camp no pagara las mensualidades de varios jugadores y empleados del club.
Aunque los futbolistas tiraron de orgullo y consiguieron sumar 21 puntos, ni siquiera la compra por parte de la empresa norteamericana US Real State Investment evitó un final trágico.
Con todos los jugadores liberados, una multa de 250.000 euros impuesta por el Juez de Disciplina Social de la Liga y una sanción de tres años sin poder disputar la competición profesional, el adiós del Reus de la Segunda División ya es una realidad.
El Nàstic, contra las cuerdas
En Tarragona todavía queda una brizna de esperanza, pero las posibilidades de mantenerse en la categoría cada vez son más escasas. El Nàstic ocupa la penúltima posición -la última es para el Reus, expulsado- y sólo cuenta con 24 puntos.
La entidad grana tuvo que realizar una remodelación completa de la plantilla en el mercado de invierno, pero aun así la salvación sigue muy lejos. A falta de 10 jornadas pera acabar el campeonato, el Nàstic está a 9 puntos del Lugo, el primer rival que se salvaría. Una auténtica odisea para un equipo que hace muchas temporadas que coquetea con el pozo.
Cornellà y Lleida, las esperanzas
Si hay alguna posibilidad de evitar una Segunda División sin equipos catalanes, esta pasa para que el Cornellà o el Lleida suban de categoría.
El equipo del Baix Llobregat es cuarto en 2aB, de manera que tiene opciones de ascender a través del play-off. Más difícil lo tiene el Lleida, quinto, que ahora mismo está fuera de la zona privilegiada de la categoría de bronce por culpa de una pésima racha de partidos sin conocer la victoria.
Los filiales del Espanyol y el Barça, sexto y séptimo respectivamente, también tienen opciones, pero su ascenso parece mucho más complicado.
12 años de presencia catalana
Sea como sea, si todas las premisas se cumplen, la categoría de plata del fútbol español podría quedar huérfana de equipos catalanes por primera vez desde la temporada 2006/07, cuando el Nàstic militaba en Primera y el Girona todavía intentaba alcanzar la Segunda División, un hecho que sucedería dos temporadas después, en la 2008/09.
Desde el curso 2006/07, Nàstic, Girona, Barça B, Sabadell y Reus han ocupado de manera variada la clasificación de la categoría de plata durante 12 años, pero ahora parece que las cosas, desgraciadamente, cambiarán.