Aunque, según el acta del Osasuna-Real Madrid (1-1), el único motivante de la tarjeta roja a Jude Bellingham son las palabras "fuck you" con las que el inglés se dirigió al árbitro del partido, José Luís Munuera Montero, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha ido un paso más allá.
El Comité de Cumplimiento del máximo ente del fútbol español ha iniciado una investigación formal sobre las actividades extradeportivas del colegiado de Primera División con tal de tratar de detectar un posible conflicto de intereses del andaluz a la hora de tomar sus decisiones durante el partido, o lo que es lo mismo, para tratar de encontrar otro motivo por el que el árbitro del Osasuna-Real Madrid de este sábado decidió expulsar a Bellingham. Además, el CTA ha anunciado que inhabilitará al técnico andaluz hasta que no se cierre el caso.
Si los negocios privados de Munuera Montero son incompatibles con el arbitraje, se enfrentaría a sanciones desde 100.000 euros hasta 5 años de inhabilitación
José Luis Munuera Montero formó parte del proceso de constitución de la sociedad Talentus Sports. Esta empresa debe su creación a la consultoría y la gestión deportiva y, entre sus clientes, aparecen, presuntamente, instituciones como LaLiga, la UEFA, la propia RFEF y algunos clubs profesionales tanto de España como de otros países europeos como el Atlético de Madrid, el Manchester City, el Aston Villa o el PSG.
En este sentido, la RFEF indaga sobre posibles incompatibilidades entre los negocios de Munuera Montero y esta empresa con la función del arbitraje. En caso de que esto fuera así, el árbitro cordobés estaría vulnerando el punto 9.1 del Código Normativo que surge "cuando las personas obligadas por esta norma (entre las cuales están los árbitros) tuvieran intereses secundarios que puedan interferir en el cumplimiento de sus obligaciones profesionales".
A día de hoy, el caso se encuentra en una fase embrionaria, ya que ni siquiera se ha abierto un expediente sobre José Luis Munuera Montero, pero sí una investigación enfocada a determinar si realmente existe un conflicto de intereses. De esta manera, si esta pesquisa por parte del organismo prospera y se entiende que el árbitro se saltó los controles, podría ser sancionado con una multa de hasta 100.000 euros y una inhabilitación de su ocupación como árbitro de hasta 5 años. Cabe mencionar, además, que Munuera Montero también está obligado a informar de sus actividades extra arbitrales si considera que se puede dar una incompatibilidad. Así pues, si este informe no ha sido realizado a su debido momento, también puede haber represalias.
El CTA suspende a Munuera Montero hasta que se resuelva el caso
Ante esta situación, el CTA ha decidido inhabilitar a Munuera Montero hasta que dure la investigación. Por tanto, el colegiado natural de Jaén no dirigirá ningún partido de la próxima jornada de Liga, como mínimo. Por consiguiente, la UEFA también le ha apartado momentáneamente. Si un árbitro no está en el CTA, tampoco puede dirigir a partidos de carácter europeo. Así, mientras dure el análisis de la RFEF, Munuera Montero no dirigirá ningún enfrentamiento, ni de LaLiga ni de competiciones europeas.