La final más larga de la historia de la Libertadores tenía que durar el máximo. River Plate y Boca Juniors han disputado este domingo uno de los partidos más emocionantes del año y el Santiago Bernabeu ha sido Argentina por dos horas. El campeón ha sido River que se ha hecho con su cuarta Libertadores.

En Argentina el fútbol se vive diferente. El fútbol es una religión y es una pasión que hace que a veces alguna parte de la afición provoque incidentes lamentables con el fin de ayudar a su equipo. En Madrid, no habido ningún incidente y se ha podido disfrutar del espectáculo del fútbol. La Libertadores está dedicada a los independentistas que lucharon por la secesión de España y que se haya celebrado la final en Madrid no ha contentado a la mayoría de suramericanos.

Nadie se quería perder una final histórica y en Madrid han llegado aficionados de cualquier rincón del mundo. Pero por mucho que el deseo fuera ir este partido, era toda una odisea conseguir una entrada. El Bernabéu tiene la capacidad que tiene y esta noche han podido disfrutar de la final más de 80.000 espectadores, entre ellos Messi, Piqué, Busquets, Alba, Dybala, James i Griezmann.

Boca responde primero

Había ganas de fútbol. Pero la ambición de los dos equipos ha provocado que el partido empezara como una guerra. Entradas a destiempo que hacían endurecer el juego y el equipo que ha querido ser protagonista ha sido Boca. Los xeneizes se han hecho con la posesión y River no estaba cómodo sobre el terreno de juego. Tenían muchas imprecisiones y en el minuto 10 casi se hacen un gol en propia puerta.

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Boca ha sido quien tenía las ocasiones más claras y Pablo Pérez avisaba con un remate acrobático de que alejaba Armani. Pero River no se reprimía y a medida que iban pasando los minutos, los millonarios han impuesto su estilo. Se igualaban las fuerzas y era cuestión de tiempo que el gol llegara por parte de los dos conjuntos argentinos.

En el fútbol cuando perdonas lo pagas y eso es lo que le ha pasado a River. Gran oportunidad de los millonarios que no han sabido aprovechar y en el contraataque, Boca ha abierto la lata. Pasada milimétrica a Benedetto y este resuelve a la perfección. Locura absoluta entre equipo y afición y los xeneizes que tenían más cerca su séptima Libertadores.

Reacciona River

Pero River estaba muy vivo. Han salido con otro dinámica, se han crecido y Boca se ha hecho pequeño. Los xeneizes se han salvado en el minuto 55 por un posible penalti de Andrada sobre Pratto que el colegiado no ha señalado. River necesitaba reaccionar y lo ha hecho. Gran jugada combinada que ha culminado Pratto con un remate a placer. Los millonarios se crecían y hacían el partido suyo.

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Boca ha aprovechado las jugadas aisladas para volver a nacer. Las entradas duras de River han hecho parar el juego y el conjunto xeneize ha cogido aire para reorganizarse, mientras los millonarios se ponían de los nervios. Los 22 protagonistas, agotados físicamente, no aguantaban la intensidad y tenían calambrazos.

96 minutos no eran suficientes para decidir la Libertadores y la final se iba a la prórroga. Se le complicaba el partido a Boca cuando expulsaban a Barrios y los xeneizes se quedaban con 10 jugadores. River lo quería aprovechar, pero el más veterano ha sido Boca. Han empezado a perder tiempo y River, volcado al ataque, no encontraba el agujero para anotar el segundo. Finalmente ha sido Quintero quien ha decidido el partido con una genialidad. Golazo del colombiano que valía oro. Y ya en la última jugada, con los xeneizes arriba, tercer tanto de Pity Martínez que confirmaba que la Libertadores se iba a El Monumental.