Era un episodio sin precedentes en la ciudad de Barcelona y ni mucho menos ha decepcionado la cantidad de masa social que no ha querido perdérselo. El Ayuntamiento de Barcelona, junto con la F1 y el Circuit de Barcelona-Catalunya, hacían de la semana en la que el 'Gran Circo' llegaba a la capital catalana un auténtico festival de este deporte. Con un Fan Zone abierto al público desde este lunes, Plaça Catalunya se convertía en la cuna mundial de la Fórmula 1. No obstante, el momento cumbre de la gran acogida por parte de la ciudad al Gran Premio estaba marcado en rojo en hora y fecha para este miércoles. A partir de las 18 horas, los propios monoplazas han rodado por las calles de la ciudad, inundándola de fans de todas las edades que no han querido perder la oportunidad de ver a sus ídolos de cerca.

Carlos Sainz, durante el 'Road Show' de Barcelona / Foto: Europa Press

Carlos Sainz abandera una exhibición con huella local

Como no podría ser de otro modo, Carlos Sainz abanderaba la alineación de los principales protagonistas, pero cada uno de ellos cobraba un aliciente importante durante la tarde de este miércoles. Primeramente, y en este orden han ido rodando sobre el asfalto del Paseo de Gracia, Pedro de la Rosa era una de las grandes caras conocidas.

El mánager de Aston Martin y expiloto de Fórmula 1 era uno de los ídolos de la afición local, no solo por su trayectoria, sino por el famoso 'Trío Calavera' que conforma como comentaristas junto al ingeniero Toni Cuquerella y al periodista Antonio Lobato. Como no, ha conducido un coche de la marca británica en el que también ha regalado donuts a la afición.

Después del barcelonés, Mari Boya ha sido otro de los catalanes que ha hecho vibrar al público. En su caso, el piloto sabadellense lo ha hecho a bordo del monoplaza de Campos Racing de Fórmula 3. El próximo turno ha sido para el tercer piloto local de la tarde: Pepe Martí. También barcelonés, ha conducido el coche en el que correrá este próximo fin de semana. Ha catalogado como "sueño" poder pilotar por las calles su ciudad, pero no ha podido adornarse como lo han hecho sus compañeros porque tenía que cuidar el motor de su coche.

Jack Doohan y Carlos Sainz ponen a prueba un F1 por el Paseo de Gracia

La velada automovilística ha ido subiendo el caché a medida que avanzaba la tarde, pero, sin duda, el momento más esperado ha sido cuando los pilotos de la categoría dorada han saltado a escena. El australiano Jack Doohan, piloto suplente de Alpine, ha recordado a los más nostálgicos cómo sonaban aquellos motores V8, rodando con el Lotus E20 de 2012. Carlos Sainz, por su parte, ha hecho menos ruido con el F1-75 híbrido con el que Ferrari compitió en 2022, pero no dejaba de ser el actor más esperado por las 38.000 personas que la Guardia Urbana ha cifrado en las calles del centro de Barcelona este miércoles.