El próximo miércoles, el Real Madrid empieza la etapa decisiva de esta Champions League con el claro objetivo de revalidar el título con la 'decimoquinta'. A priori, el equipo de Carlo Ancelotti es considerado superior, no solo para ser el vigente campeón de la competición, sino por la situación en que ambos equipos se encuentran en sus respectivas ligas.

Aunque el equipo blanco, muy probablemente, tirara por la borda la Liga Santander este fin de semana, perdiendo en casa ante el Villarreal, el conjunto merengue sigue siendo el segundo clasificado. En comparativa con la del Chelsea, su posición en la tabla de clasificación es considerablemente mejor, ya que los blues siguen hundidos, ahora, en una mediocre undécima plaza.

Frank Lampard, dirigiendo un entrenamiento del Chelsea / Foto: John Walton

¿Hora de ser atrevidos?

Ancelotti no se caracteriza, precisamente, por ser un entrenador amante del riesgo, pero en el Camp Nou, el técnico italiano cambió su 4-4-2 por un 4-3-3 con Rodrygo Goes como extremo. En ese entonces, el Real Madrid necesitaba proponer algo nuevo en vista de que el Barça le había comido la tostada en los tres últimos Clásicos. Con la necesidad de arriesgar para dar la vuelta al 0-1 cuajado en la ida de las semifinales de la Copa del Rey en el Bernabéu, el técnico de Reggiolo sacrificó la figura de un mediocampista, apostado por un hombre más en la delantera como lo es el extremo brasileño.

El resultado final fue de 0-4, pero lo importante, sobre todo para Rodrygo, es que quedó demostrado que el equipo puede jugar con 4-3-3 en los partidos importantes. El ex del Santos está acostumbrado a entrar de revulsivo en los partidos grandes, y en vista de que su talento sigue luciendo cuando la exigencia es máxima, al de Osasco se le quedan cortos los ratos finales.

Éder Militao, celebrando un gol con Rodrygo contra el Español / Foto: EFE - Rodrigo Jiménez

Rodrygo quiere volver a ser decisivo en Champions

No es secreto para nadie que Rodrygo es un talento inmenso, dominador de todo tipo de registros. No obstante, el jugador estaría al límite de su paciencia y quiere ser titular ante un Chelsea que, ahora más que nunca, hay que matar. Rodrygo se ve en disposición de hacer sangre y con más confianza que nunca, pero si acaba por ser suplente, esta confianza se convertiría en frustración y podría dinamitar el vestuario.

Además, el extremo de 22 años sabe que fue muy decisivo en la anterior edición de la Champions, marcando el gol de la remontada precisamente contra el Chelsea en los cuartos de final de la pasada edición y haciendo lo propio contra el Manchester CIty en las semifinales. Ahora, sabe que tiene la oportunidad perfecta para repetirlo y dar un puñetazo sobre la mesa para, por fin, establecerse como titular.