La Roma de José Mourinho tiene un compromiso importante el próximo fin de semana. El más  duro hasta la fecha en la Serie A. El conjunto italiano se enfrenta a la Juventus de Turín de Massimiliano Allegri. Una cita con bastante morbo, pues Mou es uno de los máximos enemigos de los bianconeri desde que en 2010 ganó el triplete con el Inter de Milán.

Un Mourinho que todavía no da su plantilla por cerrada. La Roma ha cerrado para este curso  el fichaje de Paulo Dybala, uno de los traspasos más mediáticos del verano. Pero el luso busca más pólvora en el ataque. Considera que le faltan efectivos para poder aspirar a más éxitos, después de haber ganado la Conference League el curso pasado y devolver al conjunto de la capital italiana a la élite del fútbol europeo.

Un problema, el del ataque, que arrastra desde el año pasado. El equipo romano todavía está pagando haber perdido a Edin Dzeko. La aportación goleadora de la Roma se ha visto muy afectada desde entonces.

Mourinho busca gol

Y eso que la Roma hizo una importante inversión el pasado verano. Tras la salida de Dzeko, el club invirtió 57,8 millones de euros en dos delanteros: Tammy Abraham y Eldor Shomurodov. Pero su rendimiento no ha estado a la altura de la inversión. El primero no ha tenido mucho acierto de cara a portería. Este curso todavía no se ha estrenado. Mientras que el segundo todavía no ha disputado ni un minuto. Ha perdido por completo la confianza del técnico de Setúbal.

Mientras tanto, la Roma cuenta sus partidos este curso por victorias. Venció en la primera jornada contra la Salernitana y en la segunda contra el Cremonese, Pero ambas victorias fueron por la mínima. Y los goles no los anotaron los hombres de ataque. El defensa Chris Smalling anotó en el estreno de los italianos y el centrocampista Bryan Cristante marcó el gol de la victoria en el segundo. Y a falta de poco más de una semana para el cierre del mercado de fichajes, Mourinho reclama un delantero. Y en el club están dispuestos a hacer un importante esfuerzo económico para cumplir con los deseos del técnico.

Ferran Torres gusta, pero Xavi se niega a dejarlo salir

Un episodio que podría tener como protagonista a Ferran Torres. El jugador no está cumpliendo con las expectativas vertidas sobre el crack cuando llegó al FC Barcelona el pasado invierno a cambio de 55 millones de euros. Y Mourinho considera que aportaría un plus de calidad al ataque del conjunto italiano. El internacional español gusta y mucho en la capital italiana.

Ferran Torres / Foto: EFE

Una propuesta que Joan Laporta vería con buenos ojos. El presidente es cada vez más consciente del error que cometió pagando lo que costó un atacante que no se ha mostrado a la altura de las circunstancias. Su rendimiento el curso pasado fue bastante justo. Y este año se encuentra muy por debajo de sus compañeros, debido a que se perdió toda la pretemporada tras sufrir una lesión en el pie.

No obstante, aunque la Roma y Laporta estarían abiertos a negociar, Ferran Torres es una pieza importante para Xavi Hernández. Es su apuesta personal y no lo dejará salir bajo ningún concepto. Y no habrá operación mientras Laporta no convenza a Xavi, algo que pinta muy complicado que vaya a suceder.